Relaciones sociales en la adolescencia

Relaciones sociales en la adolescencia

Relaciones sociales en la adolescencia

Desarrollo social en la adolescencia 11-18 años

Las relaciones con los compañeros son muy influyentes en la adolescencia. Durante esta época, en la que los jóvenes están desarrollando su autonomía respecto a sus padres, los compañeros se convierten en una importante fuente de apoyo social y emocional. Las actitudes de los amigos de los adolescentes pueden tener una influencia tanto positiva como negativa. Los vínculos fuertes con los compañeros pueden mejorar el bienestar de los jóvenes, mientras que los problemas en las relaciones con los compañeros, como el acoso, pueden tener importantes consecuencias psicológicas, físicas, académicas y socio-emocionales tanto para las víctimas como para los autores.
Dada la importancia de las relaciones entre pares para el desarrollo de los adolescentes, es importante comprender la naturaleza de estas relaciones. Proporcionamos una instantánea de las relaciones con los compañeros de los adolescentes australianos, describiendo el apego a los compañeros, las actitudes del grupo de compañeros y los problemas con los compañeros, tal y como los informan los jóvenes en la mitad de la adolescencia.
Más de dos de cada cinco jóvenes de 14-15 años dijeron que a sus amigos no les gustaba la escuela, alrededor de uno de cada cinco dijo que sus amigos ponían la popularidad por encima de las calificaciones, y una de cada 10 chicas y uno de cada seis chicos dijeron que sus amigos se metían en problemas en la escuela.

Habilidades sociales en la adolescencia

La adolescencia es un concepto construido socialmente. En la sociedad preindustrial, los niños eran considerados adultos cuando alcanzaban la madurez física; sin embargo, hoy en día tenemos un tiempo prolongado entre la infancia y la edad adulta conocido como adolescencia. La adolescencia es el período de desarrollo que comienza en la pubertad y termina en la edad adulta emergente; el rango de edad típico es de 12 a 18 años, y esta etapa de desarrollo tiene algunos hitos físicos predecibles.
La pubertad es el periodo de varios años en el que se produce un rápido crecimiento físico y cambios psicológicos que culminan en la madurez sexual. El inicio de la pubertad suele producirse a los 10 u 11 años en el caso de las mujeres y a los 11 ó 12 años en el de los hombres; las mujeres suelen completar la pubertad entre los 15 y los 17 años, mientras que los hombres suelen terminarla en torno a los 16 ó 17 años. Las hembras suelen alcanzar la madurez reproductiva unos cuatro años después de que aparezcan los primeros cambios físicos de la pubertad. Los varones, sin embargo, se aceleran más lentamente, pero siguen creciendo durante unos seis años después de los primeros cambios puberales visibles. Aunque la secuencia de cambios físicos en la pubertad es predecible, el inicio y el ritmo de la pubertad varían mucho. El calendario individual de cada persona para la pubertad es diferente y está influido principalmente por la herencia; sin embargo, los factores ambientales -como la dieta y el ejercicio- también ejercen cierta influencia.

Relaciones sociales en la adolescencia media y tardía

Información del autorAfiliacionesAutoresContribucionesAH, TH y OK participaron en la recogida de datos. NB realizó todos los análisis estadísticos y NB, OK, CGB, TH, TL y AH interpretaron los análisis. NB redactó el manuscrito, que fue revisado por el resto de los autores (OK, CGB, TH, TL, AH). Todos los autores leyeron y aprobaron el manuscrito final.Autor correspondienteCorrespondencia a
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Reimpresiones y permisosAcerca de este artículoCite este artículoBerg, N., Kiviruusu, O., Bean, C.G. et al. Social relationships in adolescence and heavy episodic drinking from youth to midlife in Finland and Sweden – examining the role of individual, contextual and temporal factors.

Qué significado tienen las relaciones sociales para el adolescente

Parece que la mayoría de los adolescentes no experimentan la «tormenta y el estrés» de la adolescencia en el grado que una vez sugirió G. Stanley Hall, pionero en el estudio del desarrollo de los adolescentes. Sólo un pequeño número de adolescentes tiene conflictos importantes con sus padres (Steinberg y Morris, 2001), y la mayoría de los desacuerdos son menores. Por ejemplo, en un estudio de más de 1.800 padres de adolescentes de diversos grupos culturales y étnicos, Barber (1994) descubrió que los conflictos se producían por cuestiones cotidianas como los deberes, el dinero, el toque de queda, la ropa, las tareas y los amigos. Estas disputas se producen porque el impulso de independencia y autonomía del adolescente entra en conflicto con la supervisión y el control de los padres. Este tipo de discusiones tiende a disminuir a medida que los adolescentes se desarrollan (Galambos y Almeida, 1992).
Aunque los compañeros adquieren mayor importancia durante la adolescencia, las relaciones familiares también siguen siendo importantes. Uno de los cambios clave durante la adolescencia implica una renegociación de las relaciones entre padres e hijos. Como los adolescentes se esfuerzan por conseguir más independencia y autonomía durante esta época, diferentes aspectos de la crianza de los hijos adquieren mayor relevancia. Por ejemplo, la supervisión y el control distal de los padres se vuelven más importantes a medida que los adolescentes pasan más tiempo lejos de sus padres y en presencia de sus compañeros. La supervisión de los padres abarca una amplia gama de comportamientos, como los intentos de los padres de establecer normas y conocer los amigos, las actividades y el paradero de sus adolescentes, además de la disposición de los adolescentes a revelar información a sus padres. (Stattin & Kerr, 2000)[1] El control psicológico, que implica la manipulación y la intrusión en el mundo emocional y cognitivo de los adolescentes mediante la invalidación de sus sentimientos y la presión para que piensen de determinadas maneras, es otro aspecto de la crianza de los hijos que adquiere mayor relevancia durante la adolescencia y se relaciona con una adaptación adolescente más problemática[2].