Un escenario que anuncia recesión
financial stock market graph illustration ,concept of business investment and stock future trading.

Un escenario que anuncia recesión

Preocupación ante la contracción de la economía

La tasa de inflación interanual correspondiente a la eurozona ha registrado un nuevo récord histórico en el mes de septiembre, con un incremento de ocho décimos respecto a la registrada en el mes de agosto. La cifra se sitúa en el 9,9%, una décima por debajo de la estimación realizada por Eurostat.

En el conjunto de la Unión Europea la cifra se sitúa en el 10,9% en septiembre, superando el 10,1% del mes de agosto.

Es evidente que el principal causante del incremento continúa siendo el precio de la energía, dicho incremento se situó en un 40,7% en el mes de septiembre. No obstante, debemos mencionar tanto los alimentos frescos como los servicios, los cuales también han experimentado un notable aumento con respecto al mes de agosto.

Así, de los diecinueve miembros de la zona euro, once sufren una inflación de doble dígito, al tiempo que en la Unión Europea, son dieciocho los países que han visto aumentado el coste de la vida alrededor de un 10%.

En el Reino Unido, la inflación ha registrado máximos como no se han visto en cuarenta años. Así lo pone de manifiesto un IPC que se ha situado en el 10,1% en el mes de septiembre.

Los responsables en este caso son también los incrementos en el precio del gas y la electricidad, principalmente, pero los productos alimentarios, bebidas no alcohólicas y transporte, también han experimentado alzas muy notables y, para tratar de frenar la inflación, el Banco de Inglaterra se ha visto obligado a incrementar los tipos de interés, concretamente hasta un 2,25%, cifra que no se veía desde el 2008.

EEUU tampoco es una excepción. Con unos ciudadanos preocupados ante el incesante aumento de los precios, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha realizado unas declaraciones manifestando que la inflación no se encuentra enquistada, sino que, por el contrario, aún habría recorrido para lograr sostener un mercado laboral fuerte y reducir los elevados costes en el país, además de señalar que los indicadores de los precios de producción y transporte han experimentado una disminución.

Sin embargo, la Reserva Federal de EEUU ya ha realizado, en lo que va de año, tres incrementos en los tipos, aplicando una política de mano dura que promete nuevas subidas para lo que resta del año 2022.

Este contexto de recesión inminente está perjudicando al sector de los metales y el precio del cobre se debilita ante este temor, que pesa más que la propia escasez en el suministro de este metal.

Puesto que el cobre es un metal que se utiliza en multitud de procesos industriales, como componente de determinados productos o la construcción de viviendas, siempre ha sido considerado como un buen indicador de la situación económica global.

Los datos muestran que su precio ha caído en torno al 22% desde principios de año. Y ello a pesar del drástico descenso de los inventarios -que roza mínimos históricos- y de la fuerte demanda.

Por su parte, el banco Goldman Sachs ya advertía de un elevado riesgo de retroceso para los próximos meses.

Por el momento, lo cierto es que el metal rojo está sufriendo la presión en todos los frentes, sin olvidar que la política de Covid cero de China, sumada al asedio sobre el mercado inmobiliario está afectando a su producción.

Papel fundamental del cobre en la transición energética

No obstante, algunos analistas afirman que según se vaya desvaneciendo el miedo ante el crecimiento mundial, la escasez de la oferta y la transición a las energías limpias serán quienes den impulso al aumento en los precios del cobre.

Y es que para llegar a cumplir los objetivos marcados en los Acuerdos de París, se calcula que serán necesarias unas 9,7 millones de toneladas de nuevo suministro del metal, durante diez años. Se prevé una mayor necesidad de este metal conductor en este escenario de transición energética. Las nuevas centrales de energía renovable, los coches eléctricos y las granjas eólicas en el mar precisarán de una gran cantidad de cableado para poder distribuir esa producción eléctrica.

El camino hacia las cero emisiones de carbono marca una creciente necesidad de cobre y, para hacer frente a esa demanda, la oferta deberá multiplicarse. Sin embargo, las decisiones en política monetaria tienen un papel crucial que afectan a los precios y no se descarta un nuevo desplome en los precios.