Actividades para superar el duelo en niños
El proceso de duelo: afrontar la muerte
Los niños y adolescentes expresan su dolor de diversas maneras. Algunos pueden estar tristes y verbalizar la pérdida como muchos adultos. Sin embargo, dependiendo de su edad, pueden mostrar tristeza sólo a veces y por períodos cortos. Los niños pueden quejarse de molestias físicas, como dolores de estómago o de cabeza. O pueden expresar ansiedad o angustia ante otros retos, como la escuela o los deportes.
La pérdida es más intensa cuando el niño tenía una relación estrecha con la persona que murió, como un padre o un hermano. Sin embargo, esto no siempre es evidente por las reacciones del niño. El dolor de un niño puede parecer que va y viene. Y es posible que un niño rara vez exprese verbalmente su dolor. Esto es normal. Su hijo también puede volver a experimentar la intensidad de la pérdida a medida que crece. Esto puede ocurrir más a menudo durante ciertos hitos de la vida, como el comienzo de la escuela o la primera cita. Incluso en la edad adulta, acontecimientos importantes como la graduación en la universidad o el matrimonio pueden desencadenar un nuevo duelo.
Es útil saber cómo entienden los niños la muerte en las distintas etapas de su desarrollo. Varía según la edad y suele cambiar a medida que el niño se desarrolla emocional y socialmente. Otros factores también influyen en las reacciones de los niños. Estos pueden incluir la personalidad, las experiencias previas con la muerte y el apoyo de los miembros de la familia. Tenga en cuenta que los niños no pasan bruscamente de una etapa de desarrollo a la siguiente. Y los rasgos de cada etapa pueden superponerse.
Intervenciones cognitivo-conductuales centradas en el trauma
Cuando muere un ser querido, los niños sienten y manifiestan su dolor de diferentes maneras. La forma en que los niños afrontan la pérdida depende de aspectos como su edad, lo cerca que se sentían de la persona que murió y el apoyo que reciben.
Cuando hable de la muerte, utilice palabras sencillas y claras. Para dar la noticia de que alguien ha muerto, diríjase a su hijo de forma afectuosa. Utilice palabras sencillas y directas. Por ejemplo: «Tengo que darte una triste noticia. La abuela ha muerto hoy». Haz una pausa para que tu hijo asimile tus palabras.
Escuche y consuele. Cada niño reacciona de forma diferente al enterarse de que un ser querido ha muerto. Algunos niños lloran. Algunos hacen preguntas. Otros parecen no reaccionar en absoluto. No pasa nada. Quédese con su hijo para ofrecerle abrazos o tranquilizarlo. Responda a las preguntas de su hijo o simplemente estén juntos durante unos minutos.
Ponga las emociones en palabras. Anime a los niños a decir lo que piensan y sienten en los días, semanas y meses siguientes a la pérdida. Hable de sus propios sentimientos: Ayuda a los niños a ser conscientes de los suyos y a sentirse cómodos con ellos. Diga cosas como: «Sé que te sientes muy triste. Yo también estoy triste. Los dos queríamos mucho a la abuela, y ella también nos quería».
El obispo t.d. jakes habla sobre cómo afrontar el dolor y los contratiempos en la vida
Cuando un miembro de la familia muere, los niños reaccionan de forma diferente a los adultos. Los niños en edad preescolar suelen ver la muerte como algo temporal y reversible, una creencia reforzada por los personajes de dibujos animados que mueren y vuelven a la vida. Los niños de entre cinco y nueve años empiezan a pensar en la muerte de forma más parecida a los adultos, aunque siguen creyendo que nunca les ocurrirá a ellos ni a nadie que conozcan.
A la conmoción y confusión del niño ante la muerte de un hermano, hermana o padre se suma la falta de disponibilidad de otros miembros de la familia, que pueden estar tan conmocionados por el dolor que no son capaces de hacer frente a la responsabilidad normal del cuidado de los niños.
Los padres deben ser conscientes de las respuestas normales de la infancia ante una muerte en la familia, así como de los signos que indican que un niño tiene dificultades para afrontar el duelo. Es normal que durante las semanas siguientes a la muerte algunos niños sientan una pena inmediata o persistan en la creencia de que el miembro de la familia sigue vivo. Sin embargo, la negación a largo plazo de la muerte o la evasión del duelo pueden ser emocionalmente poco saludables y pueden conducir más tarde a problemas más graves.
Afrontar el duelo: meditación hablada guiada para sanar después
El duelo puede aparecer en nuestro cuerpo de diferentes maneras y lugares. Al igual que seguirías un mapa del tesoro para encontrarlo, puedes hacer un mapa de dónde sientes tu dolor en tu cuerpo. Este mapa te ayuda a ti y a otras personas a ver dónde estás sufriendo y a dar más amor y atención a estas áreas.
Las aplicaciones pueden ser un gran recurso y una forma accesible de crear comunidad y comprensión durante el duelo. Esta es una lista de cuatro aplicaciones que pueden ser útiles para que los niños en duelo entiendan su propio dolor y/o trabajen con los adultos para aceptar su dolor.
Las aplicaciones pueden ser un gran recurso para encontrar fácilmente la comprensión, especialmente durante el duelo. Esta es una lista de cuatro aplicaciones que pueden ser útiles para que los adultos en duelo entiendan su propio dolor, faciliten la ayuda a los niños para que puedan lidiar con el suyo, y/o hablen con otras personas que también están lidiando con el dolor.
A veces nuestras emociones pueden sentirse fuera de control, como un tornado que se arremolina. Utiliza el agitador de tornados como una imagen de estos sentimientos y ayuda a los niños a aprender a practicar la calma y la paciencia mientras el tornado se calma.