¿Sabías que 9 de cada 10 personas tienen problemas relacionados con la maloclusión dental? En efecto, compartiendo todos ellos varios puntos en común, aunque cada uno afecta a los pacientes de una manera en concreto. En el caso de la maloclusión de la que hablaremos hoy, cuando se cierra la boca acaban quedando uno o varios espacios que permanecen visibles. Nos referimos a la Mordida abierta.
De las diversas maloclusiones que afectan a la población, esta en concreto es una de las que pasan factura a una mayor cantidad de individuos. Es por ello que conviene conocer las causas, así como los tratamientos a los que pueden someterse los pacientes para corregir un problema que puede acabar trayendo consigo varias consecuencias en caso de no corregirlo a tiempo.
Causas de la mordida abierta
Lo primero que has de saber es que hay algunos problemas relacionados con la salud bucodental que tienen un cierto componente genético. Es precisamente el caso de la mordida abierta. Si el padre y/o la madre de una persona sufren este problema, es probable que el hijo acabe padeciéndolo también.
En caso de que la causa acabe siendo genética, los dentistas determinan que la mordida abierta es de un tipo en concreto que recibe el nombre de esquelético.
Seguidamente toca hablar de otra causa muy frecuente, aunque no tanto como la de la genética. Se trata de hacer un uso excesivo del chupete, así como chuparse uno o varios dedos e incluso morder algún elemento demasiado duro. Este tipo de acciones acostumbran a tener lugar durante el desarrollo de los infantes, por lo que en caso de detectarlas conviene corregirlas cuanto antes.
Por otra parte, cuando ya se es adolescente o adulto es habitual mantener la lengua en una mala postura sin que la persona se dé cuenta de ello. Esto sucede sobre todo cuando se está hablando, así como a la hora de masticar. Es en este tipo de situaciones cuando se presionan en exceso las piezas dentales exteriores, por lo que las arcadas terminan separándose, ocasionando a posteriori la mordida abierta.
Finalmente hay que sacar a colación los dolores que vienen dados por la articulación temporomandibular, conocida habitualmente por su acrónimo ATM. Este problema de salud acarrea unos dolores con los que los pacientes han de lidiar a diario. Con tal de reducir su intensidad acaban empujando las piezas dentales haciendo uso para ello de su propia lengua. Esta recolocación mandibular puede suponer un alivio momentáneo, pero tarde o temprano acaba traduciéndose en sufrir una maloclusión: la mordida abierta.
Tratamientos efectivos para la mordida abierta
Atrás quedan los tiempos en los que corregir esta maloclusión para evitar los problemas que derivan de la mordida abierta exigía someterse a una cirugía. Eso sí, en algunos casos muy concretos sí acaba requiriéndose pasar por un proceso quirúrgico.
Lo cierto es que el tratamiento depende de varios aspectos como la edad actual de la persona en cuestión, además de lo complicado que sea el problema. Por ejemplo, si se trata de un paciente en edad infantil, la ortodoncia de tipo interceptivo pasa a ser la más recomendable, ya que consigue que cada hueso crezca en la dirección adecuada.
Por supuesto, las ortodoncias más bien convencionales también pueden ser muy útiles para corregir la mordida abierta. En este caso el tratamiento es idóneo para los adultos.
Si la mordida abierta es muy compleja, la cirugía maxilofacial es necesaria. Sin embargo, la mayoría de pacientes pueden ser tratados con una ortodoncia. Aquellas que más éxito tienen actualmente son sin duda alguna los alineadores transparentes, ya que su invisibilidad evita los problemas de autoestima.