Competencias que se desarrollan en preescolar

Competencias que se desarrollan en preescolar

Competencias que se desarrollan en preescolar

Habilidades de dominio socioemocional de los preescolares

Un objetivo importante de los programas preescolares es ayudar a los niños a adquirir habilidades sociales y de aprendizaje. Aunque son beneficiosos para todos los niños, estos programas son especialmente importantes para los niños de grupos desfavorecidos, ya que les orientan hacia un desarrollo más saludable y les proporcionan las herramientas que necesitan antes de entrar en la escuela.
Los programas para la primera infancia de muchos países tratan de implantar programas académicos para preparar a los niños de forma más eficaz para la enseñanza de la lectura y las matemáticas en la escuela primaria. Según los críticos, el énfasis en los contenidos académicos y la instrucción directa podría ir en detrimento de la promoción de importantes habilidades relacionadas con el aprendizaje, como las funciones ejecutivas y la autorregulación. Datos recientes sugieren que centrarse exclusivamente en lo académico en la educación preescolar podría ser un error, ya que cuando las exigencias de comprensión, creatividad, trabajo independiente y aprendizaje cooperativo aumenten en años posteriores, los niños podrían no estar suficientemente preparados para afrontarlas.1,2 La preparación para la escuela es algo más que la capacidad del niño para permanecer sentado, sostener un lápiz y ponerse el abrigo y los zapatos de forma independiente. También es algo más que haber adquirido la conciencia fonológica, el conocimiento de las letras y la capacidad de contar en la etapa preescolar.    La preparación para la escuela incluye importantes habilidades relacionadas con el aprendizaje, como la capacidad del niño de expresar verbalmente sus pensamientos, deseos y necesidades, de controlar sus emociones y de mostrar curiosidad, concentración, persistencia y competencia social.2,3

Resolución de problemas

En el ámbito de la Educación Infantil (ECE), numerosos estudios han defendido la idea de que las habilidades motrices están asociadas a las competencias y logros académicos (Grissmer et al., 2010; Cameron et al., 2012, 2016; Pitchford et al., 2016). Sin embargo, al analizar sus resultados, se puede encontrar que la asociación entre la motricidad y el rendimiento académico aún no está bien establecida en la infancia. Una de las cuestiones que puede explicar esta situación se basa en que la motricidad y el rendimiento académico son conceptos amplios. La mayoría de los estudios sólo se centran en algunos de sus componentes, ofreciendo una visión parcial del desarrollo motor y del rendimiento académico, así como de sus asociaciones.
Como se ha descrito anteriormente, en cada una de las dos habilidades motrices principales (gruesa y fina) intervienen varios componentes o habilidades específicas. Sin embargo, la mayoría de los estudios analizan sólo un tipo de estas habilidades motoras principales (gruesas o finas); y muy pocos han considerado sus distintos componentes específicos. Por lo tanto, pueden considerarse estudios parciales. Otros trabajos han evaluado las distintas habilidades motoras gruesas y finas específicas, pero son bastante escasos (Oberer et al., 2017). Y paradójicamente, algunos de ellos consideran posteriormente las habilidades motoras gruesas y finas específicas en un sentido global, ofreciendo una única puntuación para cada tipo principal de habilidad motora (gruesa o fina) o incluso un único indicador global para todas ellas. Esto implica una perspectiva confusa y una falta de profundidad en el tema. De acuerdo con muchos otros autores (Oberer et al., 2017; Schmidt et al., 2017), destacamos la necesidad de operacionalizar las habilidades motoras infantiles a través de distintas habilidades motoras gruesas y finas específicas que representen adecuadamente su naturaleza multidimensional.

Habilidad motriz fina

Los primeros años son el momento de construir una base sólida en todas las áreas del desarrollo. Alcanzar hitos específicos en los cinco dominios del desarrollo y el aprendizaje ayuda a los niños en edad preescolar a establecer comportamientos y habilidades que les harán tener éxito.
El desarrollo de la primera infancia consta de cinco ámbitos. Para que los niños se conviertan en adultos fuertes, sanos y dadivosos, su educación en los primeros años debe cumplir hitos de desarrollo específicos en cada uno de los cinco dominios.
Unos sin otros pueden dar lugar a una educación incompleta o desequilibrada. Y sí, aunque algunas de estas habilidades parecen desarrollarse de forma natural a través del juego de los niños, todas ellas son áreas de habilidad que deben incluirse durante la planificación de las clases.
Los preescolares están llenos de preguntas. Les encanta coleccionar cosas. También les gusta practicar lo mismo una y otra vez, y les encanta escuchar la misma historia contada varias veces. Les encanta correr riesgos y probar cosas nuevas.
Aunque los niños no necesitan aprender a leer hasta que están en la guardería o en el primer curso, los profesores y los padres deberían leer a sus hijos todos los días. De este modo, desarrollan sus habilidades de habla, enseñándoles la pronunciación y la articulación adecuadas, además de exponerles a importantes habilidades de lectura y escritura emergentes que les prepararán el camino para aprender a leer y escribir con facilidad una vez que entren en la escuela primaria.

Habilidades de desarrollo por edad

Los primeros años son el momento de construir una base sólida en todas las áreas del desarrollo. El cumplimiento de hitos específicos en los cinco ámbitos del desarrollo y el aprendizaje ayuda a los niños en edad preescolar a establecer comportamientos y habilidades que les permitirán tener éxito.
El desarrollo de la primera infancia consta de cinco ámbitos. Para que los niños se conviertan en adultos fuertes, sanos y dadivosos, su educación en los primeros años debe cumplir hitos de desarrollo específicos en cada uno de los cinco dominios.
Unos sin otros pueden dar lugar a una educación incompleta o desequilibrada. Y sí, aunque algunas de estas habilidades parecen desarrollarse de forma natural a través del juego de los niños, todas ellas son áreas de habilidad que deben incluirse durante la planificación de las clases.
Los preescolares están llenos de preguntas. Les encanta coleccionar cosas. También les gusta practicar lo mismo una y otra vez, y les encanta escuchar la misma historia contada varias veces. Les encanta correr riesgos y probar cosas nuevas.
Aunque los niños no necesitan aprender a leer hasta que están en la guardería o en el primer curso, los profesores y los padres deberían leer a sus hijos todos los días. De este modo, desarrollan sus habilidades de habla, enseñándoles la pronunciación y la articulación adecuadas, además de exponerles a importantes habilidades de lectura y escritura emergentes que les prepararán el camino para aprender a leer y escribir con facilidad una vez que entren en la escuela primaria.