Convivencia en el aula y en la escuela
La importancia de la coexistencia pacífica
Lea sobre (y contribuya a) la Iniciativa de Conflictos Constructivos y su Blog asociado: nuestro esfuerzo por reunir lo que sabemos colectivamente sobre cómo ir más allá de nuestra política hiperpolarizada y empezar a resolver los problemas de la sociedad.
Cuando Angela escribió este ensayo en 2003, ella y el campo de la paz y los conflictos enmarcaban principalmente la «coexistencia» en términos de recuperación de la guerra u otros conflictos violentos. Viviendo ahora en los Estados Unidos en 2019, está claro que las mismas ideas son muy necesarias para recuperarse de nuestros conflictos raciales, de género y políticos, en gran medida no violentos, pero extremadamente destructivos, que están desgarrando los Estados Unidos (y otras democracias desarrolladas). Más…
La coexistencia es un estado en el que dos o más grupos conviven respetando sus diferencias y resolviendo sus conflictos de forma no violenta. Aunque la idea de coexistencia no es nueva, el término se generalizó durante la Guerra Fría. La política de «coexistencia pacífica» se utilizó en el contexto de las relaciones entre Estados Unidos y la URSS. Al principio, era una tapadera para la agresión, pero luego se desarrolló como una herramienta para replantear la relación entre las dos potencias. A finales de los años 80, la política de coexistencia pacífica incluía principios como «la no agresión, el respeto a la soberanía, la independencia nacional y la no injerencia en los asuntos internos»[1].
¿se ayudan unos a otros con el fin de convivir en comunidad?
Pocos profesores estarían en desacuerdo con la opinión de que los alumnos motivados son más fáciles de enseñar y que aprenden más. Como profesores, esperamos que todos nuestros alumnos lleguen al aula entusiasmados por aprender por aprender y que nuestra enseñanza les inspire a alcanzar grandes logros. Nos decepciona entonces que nuestros alumnos parezcan más interesados en saber lo que pone en el examen o en discutir para conseguir uno o dos puntos más. En realidad, nuestros alumnos traen al aula una variedad de motivaciones y una amplia gama de demandas de atención, compromiso y tiempo. Nuestros alumnos se enfrentan hoy al reto de priorizar y ser autodisciplinados cuando la familia, los amigos, las actividades extraescolares y el trabajo compiten por su atención.
Los profesores eficaces saben que sus alumnos vienen con un deseo natural de aprender. También se dan cuenta de que los estudiantes vienen con la creencia de que el profesor es responsable de aprovechar ese deseo natural proporcionando un entorno de clase que fomente la motivación para aprender y un entusiasmo que continúe desde el primer día del semestre hasta el último.
Objetivos de la educación en valores
El ambiente de aprendizaje influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje así como en el bienestar de los miembros de la comunidad educativa. Los problemas de disciplina y convivencia en clase son una preocupación generalizada en la educación secundaria obligatoria. El propósito de esta investigación es identificar algunas estrategias metodológicas que podrían ser aplicadas por los profesores cuando los alumnos de la educación secundaria obligatoria tienen conductas disruptivas para mejorar la gestión del aula. Los participantes son 147 profesores de Educación Física (EF) que imparten docencia activa en centros de educación secundaria obligatoria. Los participantes completaron dos cuestionarios creados «ad hoc» para evaluar las conductas problemáticas de los alumnos en relación con la convivencia en estas clases. Se realizó una descripción de las características del profesorado y de su centro, para lo cual se describieron las frecuencias absolutas y relativas en las variables cualitativas y se calcularon los valores medios y la desviación típica en las variables cuantitativas. Los resultados de esta investigación orientan sobre el uso de diferentes técnicas de gestión del aula y la organización de los centros escolares teniendo en cuenta estos comportamientos problemáticos. De hecho, la mayoría del profesorado considera importante el uso de estrategias didácticas para llevar a cabo la clase de Educación Física con menos problemas de Convivencia.
El objetivo de la educación según el idealismo es
La convivencia escolar ha sido y sigue siendo un reto para los centros educativos, especialmente para aquellos que se encuentran en entornos de riesgo de exclusión social donde la violencia, los conflictos y los enfrentamientos son frecuentes. Sus profesionales de la educación requieren una revisión de las formas de gestionar la convivencia y hacer frente a los conflictos con el fin de mejorar las relaciones interpersonales y promover competencias que puedan traspasar los límites de la escuela y extenderse al conjunto de la sociedad. Sin duda, apostar por una educación que fomente la inclusión social constituye una meta del sistema educativo actual (Callado, Molina, Pérez, & Rodríguez, 2015) y aprender a convivir sigue siendo uno de los principales objetivos de la educación a nivel internacional (UNESCO, 2015). Desde esta perspectiva, existe la necesidad de formar al profesorado en estrategias que aboguen por una convivencia pacífica y libre de estereotipos (Harbera & Sakade 2009; Herrera & Bravo, 2012; Puig & Morales 2015).
Ofreciendo una respuesta al reto de la convivencia escolar, autores como Boqué (2005), Fernández (2008), Ortega & Del Rey (2003), Torrego (2012), Valls, Soler, & Flecha (2008), Naylor & Cowie (1999), Pellegrini & Bjorklund (1996) y Durán & Blanch (2015), por citar algunos, han realizado diversos trabajos de investigación relacionados con este tema, presentando estrategias que sin duda pueden resultar de interés para abordar el aprendizaje de la convivencia y mejorar el clima de nuestros centros educativos. Entre ellas, es nuestra intención destacar las que se sitúan en el contexto del llamado «apoyo entre iguales», con el fin de favorecer la adquisición de responsabilidades y autonomía en los diferentes aspectos que conforman la convivencia escolar.