
Huella ecologica para niños
Huella ecologica para niños
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Huella ecológica de la india 2020
La huella ecológica mide la cantidad de personas que se extraen de la naturaleza. La huella se compara con la cantidad de recursos naturales que la naturaleza puede renovar. La huella ecológica tiene en cuenta la cantidad de tierra de cultivo, de bosque, de pasto y de mar que se necesita para proporcionar todo lo que la gente utiliza[1]. De forma más sencilla, los cálculos de la huella responden a las siguientes preguntas: ¿cuánta naturaleza tenemos? ¿Y cuánta utilizamos?
Si analizamos el mundo en su conjunto, la humanidad está utilizando la naturaleza unas 1,7 veces más rápido de lo que la naturaleza se renueva[2] Es como utilizar 1,5 planetas Tierra. Dado que las personas consumen de forma diferente en todo el mundo, también es posible calcular cuántos planetas se necesitarían si todo el mundo consumiera como una determinada población. Por ejemplo, si todo el mundo consumiera como los alemanes, se necesitarían casi 3 planetas Tierra. Otra estimación dice que «el ciudadano medio del mundo tiene una huella ecológica de unas 2,7 hectáreas de media global, mientras que sólo hay 1,65 hectáreas globales de tierra bioproductiva y agua por capital en la Tierra». Esto significa que la humanidad ya ha superado la biocapacidad global en un 70% y ahora vive de forma insostenible agotando las reservas de «capital natural»[3].
¿qué factores intervienen en el cálculo de la huella ecológica?
Un creciente contingente de jóvenes se niega a tener hijos -o se plantea tener menos- a causa del cambio climático. Sus voces se han hecho más fuertes en el último año. Las mujeres del Reino Unido crearon un movimiento llamado BirthStrike, anunciando que no procrearán hasta que el mundo se ponga de acuerdo sobre el clima, y figuras estadounidenses de alto perfil como Alexandria Ocasio-Cortez amplificaron la cuestión de si la maternidad sigue siendo moralmente aceptable.
Una de las principales preocupaciones citadas por este contingente es que tener un hijo empeore el cambio climático. Su lógica es que cada vez que tienes un hijo estás haciendo algo malo para el planeta. Estás añadiendo otra persona que causará más emisiones de carbono, más sus hijos, más sus nietos… y así sucesivamente, en una cascada interminable de vergüenza procreativa.
Esta lógica se ve reforzada por los estudios que afirman que tener un hijo genera una cantidad ingente de emisiones de carbono, mucho, mucho más que las emisiones generadas por otras opciones de estilo de vida, como conducir un coche o comer carne. Los medios de comunicación han proclamado que, si se quiere luchar contra el cambio climático, lo mejor que se puede hacer es tener menos hijos.
Factores de la huella ecológica
La Huella Ecológica es una herramienta de contabilización de recursos que utilizan los gobiernos, las empresas, las instituciones educativas y las ONG para responder a una pregunta concreta sobre los recursos: ¿Qué parte de la capacidad biológica del planeta requiere una determinada actividad humana o población?
La Huella Ecológica mide la cantidad de tierra y mar biológicamente productivos que un individuo, una región, toda la humanidad o una actividad humana compiten por el espacio biológicamente productivo. Esto incluye la producción de recursos renovables, la acomodación de infraestructuras urbanas y carreteras, y la descomposición o absorción de productos de desecho, en particular las emisiones de dióxido de carbono procedentes de los combustibles fósiles. La Huella puede entonces compararse con la superficie de tierra y mar disponible.
Las cuentas actuales de la Huella Ecológica utilizan hectáreas globales como unidad de medida, lo que hace que los datos y los resultados sean comparables a nivel mundial. Los métodos de cálculo están estandarizados, por lo que se pueden comparar los resultados de varias evaluaciones.
Hay una serie de calculadoras de la Huella Ecológica en línea que se utilizan hoy en día. Al evaluar otras calculadoras de la Huella Ecológica, la consideración más importante es si la calculadora está midiendo realmente la Huella Ecológica y no sólo utilizando el término huella como un proxy para el impacto ambiental general. Estas calculadoras pueden ofrecer una visión interesante, pero no están alineadas con los estándares internacionales de la Huella Ecológica, que fueron adoptados en 2006 para asegurar que los estudios de la Huella fueran creíbles y consistentes.
Hoja de trabajo de la actividad de la huella ecológica
ResumenEl objetivo principal del estudio es examinar la conciencia medioambiental de los niños pequeños con respecto a su huella ecológica y sus actitudes medioambientales. Los participantes de este estudio son 100 niños turcos de la primera infancia que tenían entre 5 y 6 años. Los datos se recogieron utilizando la escala visual de Conciencia de la Huella Ecológica de los Niños (abreviada como EKAY-O en turco) y algunas preguntas demográficas. Durante el análisis de los datos se utilizó la estadística descriptiva, el análisis descriptivo temático y la nube de palabras. Según los resultados descriptivos, la conciencia de la huella ecológica de los niños era baja debido a sus bajas puntuaciones. Los resultados del análisis descriptivo temático mostraron que la mayoría de las actitudes de los niños eran antropocéntricas con respecto a varios fenómenos medioambientales. Los resultados del análisis de la nube de palabras mostraron que las madres de los niños son un factor esencial en la conciencia de la huella ecológica y el comportamiento de las actitudes medioambientales de los niños. Se ha llegado a la conclusión de que, a la hora de criar individuos respetuosos con el medio ambiente, los padres de los niños pequeños son tan importantes como la educación que reciben en la escuela. Se ha sugerido que los profesores de educación infantil deberían dedicar más tiempo a la participación de los padres mientras trabajan con los niños a través del medio ambiente y la ecología.