Reflexion del libro el principito
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Aunque muchos lectores describen El Principito como un libro para niños, esta majestuosa obra puede tener un increíble impacto y conexión también para los adultos. Recuerdo la primera vez que leí el libro. Era una niña y tenía una fuerte conexión con la historia. Cuando mi madre terminó de ayudarme a leerlo, utilicé mi imaginación para recrear los escenarios del libro en mi propia habitación. Representaba las escenas colocando mis almohadas como planetas, mis juguetes como los distintos personajes y mis sábanas como mi capa. Convirtiendo mi habitación en un enorme universo en el que yo era el rey todopoderoso, y me encantaba.
Como adulto, me sorprendí mucho cuando leí El Principito por segunda vez porque la conexión que tenía con el libro cuando era niño era totalmente diferente. Como inmigrante, tuve que pasar por muchas situaciones para adaptarme a mi nueva vida en los Estados Unidos. Tuve que dejar mi país donde nací y crecí, al igual que el Principito cuando tuvo que dejar su planeta. Tuve que dejar a mi novia de cuatro años, a la que amaba. Intenté hacer todo lo posible por ella para demostrarle que sería el mejor hombre para ella. Me recordó cómo el Principito tuvo que dejar su flor. Y al igual que el Principito cuando visitaba nuevos planetas, tuve que adaptarme a muchas reglas, modales, culturas y personas nuevas, al igual que él cuando conoció a un rey, a un hombre vanidoso, a un borracho y a un tipo que estaba tan ocupado que no podía pasar tiempo con los demás.
El papel de reflexión del príncipe
Cuando estaba en Primaria, nuestra profesora nos dijo que leyéramos el libro titulado «El Principito» de Antoine de Saint Exupery. Intenté leer el libro pero no pude entender la esencia del mismo. Pensé: «¿Qué tiene de malo un principito que sólo viaja a otros planetas?». Después de algunos capítulos, dejé de leerlo creyendo que la lectura del libro es una pérdida de tiempo. Han pasado los años y ahora estoy en la universidad. He leído muchos libros y cuentos contemporáneos. Algunos son realmente notables y se han convertido en parte de mi vida. Uno de esos libros es El Principito. Después de leerlo, me di cuenta de que este libro no es sólo para niños, sino también para adultos. Contiene mensajes subliminales que son realmente reveladores. Antoine De Saint Exupery cambió mi perspectiva de la vida. Cambió mi forma de ver el mundo y mi vida. Este libro nos dice que la vida no consiste sólo en ganarse la vida tratando de encajar en el estándar de la sociedad para sobrevivir. Hemos nacido para explorar y descubrir la belleza de este mundo en el que vivimos. Debemos ser una persona que no se preocupe sólo por sí misma, sino también por los demás. Este libro quiere decirnos que muchos de nosotros estamos perdiendo el verdadero sentido de la vida y nuestro propósito en este mundo. Esto me hizo darme cuenta de que el hecho de estar vivo no significa que estés viviendo. Espero que este libro siga influyendo en otras personas como yo y cambie sus vidas para mejor.
Resumen del principito
Ilustración en acuarela de Antoine de Saint-Exupéry del capítulo 26 de Le Petit Prince. Los dibujos originales, las acuarelas (¡aunque no ésta!) y las páginas del único borrador manuscrito conocido de la novela se conservan en The Morgan Library, Nueva York. Saint-Exupéry escribió e ilustró esta historia en Nueva York y Long Island tras la invasión nazi de Francia.
Por muy manido que esté el término «joya» en la descripción de libros cortos y deliciosos, El Principito tiene que ser el epítome. ¿Qué otra historia moderna es tan pequeña, sencilla, hermosa y valiosa? Irradia un propósito modesto, su convincente ingenuidad consigue de alguna manera suavizar las agudas lecciones dentro de una historia dulce y personal. Una verdadera joya, sin embargo, puede ser valorada por cualquiera, incluso por los indignos, los que la valoran sólo porque pueden utilizarla para conseguir algo más. El Principito no tiene esa utilidad. Su esencia es una rebelión contra la importancia que solemos dar a la utilidad. Si nos encontramos apreciando El Principito, sólo puede ser porque vemos algo de luz en la perspectiva contracultural del libro, porque amamos este pequeño cuento serpenteante de acuerdo con su verdadero valor.
La pequeña reflexión del príncipe sesudo
Todo el mundo conoce la historia del encuentro de un curioso y pequeño príncipe con un confundido piloto adulto cuyo avión, por desgracia, se estrella en algún lugar del desierto del Sahara. Cuando el aviador volvió en sí, lo primero que le saludó fue un niño pequeño, que le preguntó con impaciencia,
Y así, el piloto comenzó a aventurarse en la mente del joven príncipe a través de sus juguetonas historias sobre él y su misterioso origen. Toda la narración era desenfadada, pero no se pueden negar sus implicaciones morales, e incluso sociopolíticas.
La descripción completamente contrastada que hace el autor de los adultos y los niños es lo que hace que la historia sea intrigantemente cautivadora. De Saint-Exupéry resalta la estrechez de miras, la irracionalidad y el desánimo de los adultos, mientras que reconoce el lado abierto, imaginativo e inocente de los más pequeños. Era como si todo el cuento estuviera realmente escrito con el propósito de expresar la imagen que un niño tiene de un adulto común, que combate la visión que éste tiene de los jóvenes como molestos, demasiado habladores y un incordio inquieto.