Ser y tener pelicula
El gigante egoísta
Hemos visto a muchos profesores en las películas, pero nunca los vemos como profesores. Los vemos como grandes oradores, comediantes o sabios consejeros, pero nunca los vemos haciendo el verdadero trabajo de enseñar la gramática o las tablas de multiplicar.
El documental francés «Ser y tener» trata sencillamente de enseñar y aprender. El cineasta Nicholas Philibert dirige su cámara a un aula de una pequeña escuela en algún lugar de la campiña francesa durante un semestre, y encuentra allí un drama fascinante. «To Be and To Have» se adentra en las vidas de sus jóvenes personajes con tanta profundidad y empatía que cada pequeño contratiempo académico nos parece una tragedia, y cada pequeño paso adelante, un triunfo.
«To Be and To Have» se estrenó en 2004 y se representó en Madison durante una semana en el Orpheum Theatre. (Nunca lo olvidé y, una década más tarde, al poner la nueva edición en DVD de la película de Kino Lorber, la emoción que sentí entonces volvió a inundarme. De repente, sentí una necesidad desesperada de saber dónde estaban esos chicos hoy, cómo les iba, si estaban bien.
Tráiler de ser y tener
Georges López, el maestro de escuela del gran documental de Nicolas Philibert Ser y tener, tiene una barba suave, un rostro rumiante y unos ojos vigilantes. Lleva veinte años enseñando a los niños de la región francesa de Auvernia y ahora, a sus cincuenta años, está dispuesto a jubilarse. La película narra su último año, y es una de las películas sobre la enseñanza más gratificantes desde el punto de vista emocional. Recuerda a las mejores películas de Frederick Wiseman.
En el sistema de aula única, que se practica cada vez menos en Francia hoy en día, los niños, desde el jardín de infancia hasta la escuela primaria, reciben clases en una gran aula a cargo del mismo profesor; cada grupo de edad ocupa su propio rincón. López se mueve hábilmente entre ellos, ajustando su estilo a las necesidades de los niños. Rara vez les dice a los alumnos que se limiten a hacer algo; en su lugar, les interroga suavemente de forma socrática hasta que son capaces de descubrir sus pensamientos y sentimientos por sí mismos. Cuando los niños están angustiados o se portan mal, tiene cuidado de hacerles saber su descontento de forma que puedan entenderlo. Su paciencia se debe, creo, a mucho más que una disposición tranquila. La conexión de López con los niños se basa en la comprensión implícita de que sus sentimientos son tan válidos y complejos como los de cualquier adulto. Y este es el principio que guía también a Philibert. Pasó mucho tiempo tratando de encontrar el profesor adecuado para su película, y en López encontró algo más que un buen sujeto. Encontró un alma gemela.
Amélie
En Rotten Tomatoes, la película tiene un índice de aprobación del 97%, basado en 59 críticas, con una calificación media de 8,1/10. El consenso de la crítica del sitio dice: «Un pequeño, sensible y conmovedor retrato de un profesor y sus alumnos»[5] En Metacritic la película tiene una puntuación de 87 sobre 100, basada en 26 críticas, lo que indica una «aclamación universal»[6].
Tras la popularidad de la película en los cines, López, la principal personalidad del documental, intentó sin éxito demandar a los realizadores del documental para obtener una parte de los 2 millones de euros de beneficios. Una de sus principales reclamaciones era que los realizadores habían explotado su imagen sin autorización[7]. Los sindicatos cinematográficos franceses advirtieron que si López hubiera tenido éxito habría supuesto «la muerte del documental, socavando el principio crucial de que los sujetos no deben ser pagados para participar»[8].
El tribunal dictaminó que la asistencia de López al festival de cine de Cannes, al que acudió con algunos de los estudiantes,[7] y sus repetidas expresiones públicas de satisfacción por su éxito, constituían su aceptación tácita del uso de su imagen[3].
Malestar tropical
En Rotten Tomatoes, la película tiene un índice de aprobación del 97%, basado en 59 críticas, con una calificación media de 8,1/10. El consenso de la crítica del sitio dice: «Un pequeño, sensible y conmovedor retrato de un profesor y sus alumnos»[5] En Metacritic la película tiene una puntuación de 87 sobre 100, basada en 26 críticas, lo que indica una «aclamación universal»[6].
Tras la popularidad de la película en los cines, López, la principal personalidad del documental, intentó sin éxito demandar a los realizadores del documental para obtener una parte de los 2 millones de euros de beneficios. Una de sus principales reclamaciones era que los realizadores habían explotado su imagen sin autorización[7]. Los sindicatos cinematográficos franceses advirtieron que si López hubiera tenido éxito habría supuesto «la muerte del documental, socavando el principio crucial de que los sujetos no deben ser pagados para participar»[8].
El tribunal dictaminó que la asistencia de López al festival de cine de Cannes, al que acudió con algunos de los estudiantes,[7] y sus repetidas expresiones públicas de satisfacción por su éxito, constituían su aceptación tácita del uso de su imagen[3].