Aplicaciones de la web 3.0

Aplicaciones de la web 3.0

Aplicaciones de la web 3.0

Hacia el aprendizaje y la instru…

Se espera que la Web 3.0 sea un nuevo paradigma en la interacción web. Es la tercera generación de servicios de Internet para aplicaciones y sitios web centrados en la utilización de la comprensión de los datos por parte de las máquinas para crear una Internet semántica y basada en datos.
La Web 3.0 cambiará la forma en que los desarrolladores conciben los sitios web y cómo los usuarios interactúan con ellos. Con la Web 3.0, los científicos creen que la vida en línea de las personas será más fluida, rápida y productiva. En New Kind of Network, nuestra disruptiva red de software peer-to-peer permite a los desarrolladores disponer de infraestructura, conectividad e información. Esta es nuestra guía de lo que necesita saber sobre la Web 3.0.
Como una progresión natural de la Web 2.0, la Web 3.0 es un ciclo que ha tomado todos los logros alcanzados por su predecesora en lo que respecta a la interacción con Internet y los ha ampliado dando lugar a una web más conectada, inteligente y abierta. La Web 3.0 está llamada a provocar una transformación en la que el usuario pase de un enfoque en silos a otro sin fisuras.
La Web 3.0 es muy diferente de la Web 2.0, por lo que muchos expertos del sector consideran que merece su propio nombre. La Web 1.0 es bien conocida como la primera generación de la web, en la que el objetivo principal era construir los procesos e infraestructuras de la web y, al mismo tiempo, hacerla más accesible y comercial. La primera generación de la web se utilizó con fines comerciales, como la publicidad de negocios de ladrillo y mortero. La Web 1.0 sigue existiendo y se utiliza principalmente en sitios web de comercio electrónico, que son muy sencillos y básicos.

Sitios web 3.0

Aunque la pila de la Web 3.0 aún no está totalmente desarrollada, se han hecho muchos progresos para sentar las bases de un nuevo ecosistema en línea que se aleja de la web tradicional y se adentra en nuevos ámbitos de interacción en línea.
Hay muchos ejemplos de aplicaciones de la Web 3.0 en su fase inicial que demuestran el gran potencial de esta tecnología.  El concepto de la Web 3.0 puede interpretarse de forma diferente, pero en el fondo es un movimiento a favor de una web libre.
Lo ideal es que los datos de las distintas aplicaciones se vinculen de tal manera que se creen nuevos casos de uso para los usuarios. Por ejemplo, poder redescubrir fotos y música en un calendario que muestre lo que estaba haciendo y escuchando en una fecha determinada.
La pila de la web semántica incluye RDF (Resource Descriptive Framework), OWL (Web Ontology Language) y RDFS (Resource Descriptive Framework Schema). La combinación de las herramientas mencionadas debería garantizar que, en lugar de una colección de documentos HTML, la información adquiera más sentido con datos vinculados semánticamente.

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Aunque el sector ha evolucionado considerablemente desde su creación, su etapa actual es similar a la de la industria automovilística en 1920, es decir, se trata de una tecnología que ha cambiado el mundo pero que lleva 20 años de existencia y aún es relativamente inmadura y necesita grandes mejoras.
La Internet de Tim Berners-Lee debía ser «un medio de colaboración, un lugar donde todos [pudiéramos] reunirnos y leer y escribir». Un sistema informático interconectado, diseñado para que los científicos compartieran experimentos, pronto fue dominado por AOL, Compuserve, el primer Yahoo y otros portales. Estos proveedores de servicios en línea fueron la puerta de entrada a la Web 1.0, donde empresas, particulares y gobiernos empezaron a consumir y ocasionalmente a publicar contenidos. Netscape lanzó su navegador en 1994, provocando la explosión de las puntocom, y comenzó la guerra de los navegadores.
A diferencia de la Web 1.0, en la que, según Graham Cormode y Balachander Krishnamurthy, «los creadores de contenidos eran pocos… y la gran mayoría de los usuarios se limitaban a consumirlos», la Web 2.0 nos trajo la «‘Web como plataforma’, en la que las aplicaciones de software se construyen sobre la Web en lugar de sobre el escritorio», según John Battelle y Tim O’Reilly.

La semántica potencia la web 3.0…

Día tras día, la cantidad de datos e información, como comentábamos en el último post sobre Internet, crece exponencialmente. Cada segundo surgen nuevos sitios, imágenes, vídeos y todo tipo de materiales digitales. Así, con este enorme conjunto de datos, un gran reto es cómo extraer de forma rentable lo que es relevante para nuestras actividades diarias. Por ello:
En primer lugar, desde la aparición de la primera versión de la Web, creada a principios de los años 90 por Tim Berners-Lee en Suiza, sus tecnologías han sufrido cambios significativos hasta llegar a la superficie de la Web 3.0, esto ocurrió especialmente en cuanto a la interactividad del usuario y la masificación del uso de Internet.
La Web 1.0 presentaba los datos y la información de forma predominantemente estática, caracterizándose por la baja interacción de los usuarios con el contenido. Por ejemplo: dejando comentarios, manipulando o creando contenidos de un sitio web.
Un ejemplo de este modelo es Wikipedia. Otros ejemplos de plataformas de contenidos generados por los usuarios son los blogs, las redes sociales y YouTube. En la Web 2.0 los usuarios ya no son sólo consumidores de contenidos, sino que se convierten en productores o coproductores de los mismos.