Bultos en perros cachorros

Bultos en perros cachorros

Bultos en perros cachorros

Un bulto duro e inamovible en la cadera del perro

Cualquier propietario de un perro que reciba esta noticia seguramente respirará aliviado. El hallazgo de un bulto o protuberancia inesperado puede hacer que le vengan a la cabeza palabras como «tumor» o «cáncer», sobre todo si ya ha perdido una mascota a causa del cáncer. Pero la buena noticia es que muchos bultos y protuberancias en o bajo la piel de un perro suelen ser benignos, es decir, no son cáncer.
La evaluación de las condiciones de la piel, incluidos los bultos, es una razón muy común por la que los propietarios de mascotas buscaron atención veterinaria en 2017, según el seguro de mascotas Healthy Paws. A continuación se presenta un breve resumen de 12 bultos y protuberancias caninas comunes, para que pueda entender mejor qué debe preocuparle y qué justifica una visita al veterinario.
El lipoma, el bulto benigno más común que desarrollan los perros, es un tumor lleno de grasa que se encuentra bajo la piel de los perros de mediana edad o mayores y se considera una parte natural del envejecimiento. Estas masas blandas, redondeadas y no dolorosas crecen lentamente y rara vez se extienden. Cualquier raza puede desarrollar lipomas, aunque los perros con sobrepeso u obesos son más propensos a padecerlos. Su veterinario puede recomendar el control o la extirpación de un lipoma concreto en función de su localización y de si interfiere en la movilidad de su perro.

Fotos de tumores y quistes en perros

Que no cunda el pánico. Antes de que su mente se dirija directamente al peor de los casos, siga leyendo para conocer los consejos de su veterinario de Jacksonville sobre qué puede ser ese bulto y qué hacer si ha notado uno en su gato o perro.    Los tumores cutáneos abultados y con bultos son tan comunes que se encuentran entre las 10 principales razones por las que la gente lleva a su mascota al veterinario.
Cuando los veterinarios hablamos de masas cutáneas, crecimientos o tumores, nos referimos a bultos y protuberancias que aparecen sobre (dentro de) o justo debajo de la superficie de la piel de una mascota. Estas masas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo de una mascota, pero es más probable que los dueños las noten cuando aparecen en la cabeza, la espalda o los costados de la mascota.
Estos bultos pueden desarrollarse en una variedad de formas y tamaños. Pueden ser pequeñas o grandes, planas o redondeadas o incluso puntiagudas, blandas y móviles (comunes en las masas de grasa), o firmes y fijas/inamovibles. Pueden carecer de pelo, ser del color de la piel o estar descoloridos.
Encontrar un bulto en su mascota puede asustarle, pero puede estar seguro de que muchos bultos y protuberancias son benignos (no cancerosos). Sin embargo, algunas masas pueden ser un signo de una enfermedad grave. A continuación se describen algunos tipos comunes de bultos en las mascotas:

Fotos de quistes en perros

No es raro encontrar bultos y protuberancias en los perros. Los crecimientos y las masas pueden aparecer en los perros a cualquier edad, pero se encuentran entre los problemas de salud más comunes que se observan en los perros mayores. Como propietario de un perro, es útil conocer los diferentes tipos de bultos que puede encontrar. Cualquier masa o crecimiento persistente e inusual debe hacer que llame a su veterinario.
La mayoría de los veterinarios llamarán crecimiento, masa o tumor a cualquier bulto o protuberancia desconocida. En general, los términos pueden usarse indistintamente, pero la mayoría de los veterinarios evitan la palabra tumor a menos que se haya determinado que la masa es un tipo de cáncer.
Los quistes sebáceos son tipos comunes de quistes cutáneos que contienen sebo, un material espeso y aceitoso que normalmente se encuentra en la piel alrededor de los folículos pilosos. Estas masas pueden encontrarse en cualquier parte del cuerpo. Los quistes sebáceos son benignos, pero también pueden confundirse con un tumor maligno llamado adenocarcinoma de las glándulas sebáceas o con una masa benigna llamada adenoma de las glándulas sebáceas.  Si el quiste no molesta a su perro, su veterinario podría dejarlo estar, pero un quiste puede extirparse quirúrgicamente si es necesario. Una vez extirpado, el quiste debe enviarse al laboratorio para que un patólogo veterinario pueda determinar si se trata, efectivamente, de un quiste sebáceo o de un adenoma o adenocarcinoma que puede requerir más tratamiento.

Bultos repentinos en el perro

Si se preocupa por encontrar un bulto en su perro o se pregunta qué es ese bulto bajo su piel, intente que no cunda el pánico: hay muchas causas posibles para los bultos en su mascota. Aunque los perros pueden desarrollar tumores cancerosos, si encuentra un bulto en la piel de su perro, muchos son tratables. Un bulto o protuberancia puede ser incluso tan simple como un folículo piloso inflamado.
Los tumores de piel son los más frecuentes en los perros, según el Manual Veterinario Merck. Si examina regularmente la piel de su perro, puede tomar la iniciativa en el cuidado de su salud. Establezca una rutina semanal de inspección de su perro desde la punta de la nariz hasta el final de la cola. Asegúrese de que se centra en los puntos que suelen pasar desapercibidos, como entre los dedos de los pies, debajo de la cola e incluso en la boca de su perro, si éste colabora. Lo más probable es que su perro disfrute de estas caricias y roces adicionales.
Si encuentra una masa en su perro, asegúrese de anotar dónde está, y no sólo mentalmente. Coge tu teléfono para hacer una o dos fotos rápidas. Los bultos y protuberancias de un perro pueden cambiar con el tiempo, y llevar un registro de su ubicación y tamaño ayudará a su veterinario a gestionar con mayor eficacia la salud de su perro.