Como superar la muerte de una mascota

Como superar la muerte de una mascota

Como superar la muerte de una mascota

Etapas del duelo tras la pérdida de una mascota

A continuación encontrará las preguntas más frecuentes sobre el proceso de duelo por la pérdida de un compañero animal. Si tiene una pregunta de carácter general que no esté incluida, envíe su consulta y se añadirá a esta página.
Las respuestas conductuales son muy variadas y pueden incluir el deseo de dormir con los juguetes o las mantas del compañero fallecido, evitar dormir en la cama que compartía con su mascota, ser incapaz de quitarle sus pertenencias, continuar con una rutina como si su compañero aún estuviera vivo, una compulsión por conmemorar a su mascota o alejarse de quienes no apoyan su dolor (o incluso de quienes sí lo hacen).
La ideación suicida fugaz puede parecer relacionada con el deseo de reunirse con nuestro amigo fallecido, pero si tales cavilaciones se prolongan o progresan hasta convertirse en pensamientos sobre un plan, se requiere una intervención inmediata. Tales consideraciones podrían indicar una depresión que se está desarrollando o que ha estado presente durante un tiempo y que ahora se intensifica por la pérdida de su compañero.
La culpa es uno de los sentimientos más difíciles, comunes e iniciales tras la pérdida de un compañero animal. En lugar de recordar todo lo que aportamos en amor y calidad a la vida de nuestro amigo, nos centramos en la autocrítica y la condena: la vez que estábamos demasiado cansados para un último paseo, la vez que las exigencias de la vida dejaron a nuestro ser sintiente con poca atención, la vez que nos fuimos de vacaciones o de viaje y no pudimos traer a nuestro amigo, la vez que gritamos cuando el filete desapareció del mostrador, el día que las finanzas no pudieron cubrir 5.000 dólares para una cirugía que podría salvar la vida, la vez que nuestra situación económica cambió y ya no pudimos permitirnos el cuidado de nuestro amigo equino.

La décima cosa buena del bar…

Afrontar el dolor del duelo puede resultar a menudo abrumador, y es posible que experimente muchas emociones difíciles y confusas, desde la conmoción y la incredulidad hasta la culpa e incluso la ira. Esto, a su vez, puede afectar a su salud física, causando problemas para comer, dormir o incluso realizar las tareas cotidianas. Incluso puede sentir náuseas o dolores.
Estos sentimientos pueden ser muy inoportunos, pero son normales y son un testimonio del vínculo especial que existe entre las personas y sus mascotas. Es importante que te des todo el tiempo que necesites para hacer el duelo. Has perdido a alguien muy especial: echarlo de menos es natural. Por desgracia, no todo el mundo entiende este duelo. A veces puede parecer una experiencia muy solitaria.
La muerte de un animal de compañía es muy dolorosa. Tómate un tiempo para hablar con amigos y familiares que te apoyen. Sus emociones no son su enemigo. Trata de no sentirte avergonzado o apenado por ellas. Las lágrimas forman parte del proceso de curación para muchas personas, aunque es perfectamente normal expresar tus emociones de otras maneras también.

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Aunque toda pérdida de una mascota es traumática, puede ser especialmente difícil de sobrellevar cuando la muerte de su mascota es repentina e inesperada. Los accidentes trágicos, como el atropello o el ataque de otro animal, o una apoplejía o una convulsión mortal de improviso, pueden ser casi imposibles de aceptar.
Si ha perdido recientemente una mascota y ha sido inesperado, puede sentir que la vida es muy injusta. Tiene la sensación de que la vida de su compañero se ha visto injustamente truncada, una vida a medias, con todo ese maravilloso potencial extinguido en un momento.
La pérdida repentina e inesperada de un animal de compañía puede hacer que sus cuidadores presenten síntomas físicos y emocionales de shock. Si el duelo acaba de producirse -o si está leyendo esto en nombre de alguien a quien le acaba de ocurrir-, es posible que se encuentre temblando, experimentando palpitaciones, dolores de cabeza, dolores de estómago, insomnio y mucho más.
Algunas personas incluso muestran signos de trastorno de estrés postraumático (TEPT), que se define como «recuerdos recurrentes y un estado de excitación elevado que persiste durante más de un mes después de un acontecimiento traumático». Ni siquiera es necesario haber presenciado el fallecimiento de su mascota para sentirse traumatizado. A veces, no haber estado allí puede ser igual de doloroso.

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Llorar alivia el estrés que produce la muerte de una mascota.Pixabay (modificado)4. Deja caer las lágrimasCuando alguien llora en nuestra presencia, instintivamente decimos: «Ya, ya, no llores». No lo decimos porque queramos hacerles sentir mejor; lo decimos porque su llanto nos hace sentir incómodos. Queremos detenerlo y que todo vuelva a la normalidad. Cuando éramos niños, muchos de nosotros fuimos amonestados por ser llorones. Nuestros padres nos decían: «No seas un bebé llorón» y «Llorar es un signo de debilidad», pero las personas que se enfrentan a la muerte de un ser querido necesitan llorar. Es una parte normal y saludable del proceso de duelo. Un estudio realizado en la Universidad de Florida descubrió que el 88% de las personas afirmaban que un buen llanto mejoraba su estado de ánimo, mientras que sólo el 8% decía que les hacía sentir peor. Llorar también es beneficioso en los siguientes aspectos:
Las lágrimas son sagradas. No son la marca de la debilidad, sino del poder. Hablan con más elocuencia que diez mil lenguas. Son las mensajeras de un dolor abrumador, de una profunda contrición y de un amor indecible.