Cuidados de una tortuga

Tortuga acuática tetra del…

Simpáticas y divertidas, las tortugas acuáticas tienen toneladas de personalidad de sobra. Estas mascotas son limpias, tranquilas y razonablemente fáciles de cuidar. Pero no se deje engañar por una tortuga bebé. Las tortugas acuáticas siguen siendo una gran responsabilidad. Son longevas, pueden llegar a pesar más de 1.360 g, pueden alcanzar 30,5 cm de longitud y necesitan un entorno adecuado para mantenerse sanas. Proporcione a su tortuga una jaula limpia, una buena alimentación, calor y luz adecuados, y le dará alegrías durante muchos, muchos años.

Cómo cuidar de una tortuga bebé

Cuidar de una tortuga como mascota no es tan fácil como podría pensarse. La elección de una tortuga como mascota debe considerarse cuidadosamente. Las tortugas requieren cuidados especiales y una limpieza frecuente, y no juegan bien con los niños: pueden morder y no les gusta que las manipulen, pero aun así son mascotas muy divertidas de ver. Antes de adoptar una tortuga, piense en los recursos y el espacio de que dispone, en el tipo de comida para tortugas que puede querer, así como en la adecuación a su hogar y su familia.
Las tortugas más comunes que se tienen como mascotas son la tortuga de caja, la tortuga de orejas rojas, la tortuga pintada, la tortuga de madera y la tortuga de estanque. Se consideran tortugas acuáticas y semiacuáticas. Las tortugas de caja tienen un caparazón más parecido al de una tortuga, mientras que las tortugas acuáticas tienen un caparazón plano y aerodinámico.
Las familias con niños también deben saber que las tortugas son portadoras de salmonela, que puede provocar enfermedades en niños pequeños, personas inmunodeprimidas y ancianos. Se aconseja que las familias con niños menores de 5 años no tengan una tortuga. Lávese siempre las manos después de manipular una tortuga o cualquier parte de su hábitat para evitar enfermar.

Tortugas deslizadoras

Una tortuga recién nacida puede alojarse en un tanque de 60x45x45cm (como mínimo) durante los primeros 12-18 meses de su vida. El tamaño mínimo del tanque para una tortuga adulta de cuello largo es de 120x60x60cm, o un tanque de 180x60x60 para una tortuga adulta de cuello corto. Estos tamaños de tanque son entonces adecuados para toda la vida de la tortuga. Un tanque para tortugas debe tener una zona de dique seco (tierra), así como una tapa de malla o de alambre (las tapas de cristal no son adecuadas).
El volumen de agua debe llenar al menos la mitad del tanque. Se puede utilizar un sustrato como grava o piedra caliza triturada (calgrit) y añadir plantas y madera a la deriva para darles cobertura.
Proporcionar una calefacción adecuada en el recinto de las tortugas es esencial para su salud y bienestar. Las tortugas necesitan mantener la temperatura del agua entre 22-26˚C (varía según la especie) y un punto de asoleo de unos 28-32˚C por encima de su superficie.
La temperatura debe comprobarse diariamente y debe regularse con el uso de un termostato de buena calidad. Las fuentes de calor recomendadas incluyen el uso de un calentador de agua para acuarios y un globo incandescente o halógeno para tomar el sol.

Configuración del tanque de la tortuga

Su cría de tortuga añadirá una mascota pequeña y (relativamente) fácil a su hogar. Aunque no se debe adoptar ningún animal sin tenerlo muy en cuenta, las tortugas pueden ser divertidas, cariñosas y atractivas para sus dueños humanos. Aunque no requieren tanto compromiso diario como un perro o un gato, tendrá que aprender a cuidar de una tortuga bebé para que prospere en su nuevo hogar.
Antes de llevar a su tortuguita a casa, debe preparar su hogar. Su primera decisión clave a la hora de comprar una nueva tortuga es si va a adquirir un animal terrestre o uno acuático. Requieren hábitats ligeramente diferentes, pero ambas necesitarán acceso al agua y a la tierra, lo que significa que debes equipar completamente tu terrario para que disfruten de ambos entornos. A las tortugas les gusta el espacio, así que tendrás que encontrar una zona grande designada en tu casa. Incluso las tortugas pequeñas crecen, así que asegúrese de que su nuevo hogar le proporcionará suficiente espacio cuando crezca. También puede decidir utilizar un hábitat inicial y ampliarlo a medida que crezca.
Al diseñar los hábitats de las tortugas bebé, es importante que la proporción entre el agua y la tierra sea la adecuada. Basarás muchos de tus cálculos en el tamaño de tu tortuga, lo que significa que variará según el tipo y la edad de la tortuga. Empieza con una masa de tierra mayor para poder aumentar el volumen de agua a medida que tu nueva mascota crezca. Planea tener al menos un 50% de tierra (para una tortuga terrestre) o una gran zona de asoleo (para una tortuga acuática) cuando haya crecido. En el caso de una cría, debes asegurarte de que la profundidad del agua sea mayor que la anchura de su caparazón, pero no tan profunda como para que tenga problemas para salir. Puedes medir esto con una regla de antemano, pero deberías ser capaz de ver si le resulta fácil nadar. Instala una rampa si parece que le cuesta entrar y salir del agua.