Displasia de cadera perros

Síntomas de la displasia de cadera en perros

Displasia de cadera. Estas dos palabras aterran a los propietarios de perros de razas grandes y gigantes, pero lo cierto es que la displasia de cadera puede afectar a cualquier tamaño o raza de perro. Esta dolorosa afección puede reducir drásticamente la calidad de vida de un perro y es difícil de observar para los propietarios. La buena noticia es que la tenencia responsable de un perro y la información sobre posibles problemas de salud como la displasia de cadera pueden contribuir en gran medida a que su perro se sienta cómodo.
La displasia de cadera es una afección esquelética común, que suele darse en perros de razas grandes o gigantes, aunque también puede darse en razas más pequeñas. Para entender cómo funciona esta afección, los propietarios deben comprender primero la anatomía básica de la articulación de la cadera.
La articulación de la cadera funciona como una rótula. En los perros con displasia de cadera, la bola y la cavidad no encajan ni se desarrollan correctamente, y rozan y rechinan en lugar de deslizarse suavemente. Esto provoca un deterioro con el tiempo y una eventual pérdida de la función de la propia articulación.
Hay varios factores que conducen al desarrollo de la displasia de cadera en los perros, empezando por la genética. La displasia de cadera es hereditaria y es especialmente común en perros grandes, como el gran danés, el san bernardo, el labrador retriever y el pastor alemán. Factores como el ritmo de crecimiento excesivo, los tipos de ejercicio y el peso y la nutrición inadecuados pueden magnificar esta predisposición genética.

Labrador retriever

La displasia de cadera canina suele desarrollarse debido a un desarrollo anormal de la articulación de la cadera, pero también puede estar causada por un daño en el cartílago debido a una fractura traumática. Si el cartílago está dañado o la articulación de la cadera no está bien formada, con el tiempo el cartílago existente perderá su grosor y elasticidad. Esta ruptura del cartílago acabará provocando dolor con cualquier movimiento de la articulación.
Nadie puede predecir cuándo o incluso si un perro displásico empezará a mostrar signos clínicos de cojera por dolor. La gravedad de la enfermedad puede verse afectada por factores ambientales, como la ingesta calórica o el nivel de ejercicio. Hay un número de perros displásicos con artritis severa que corren, saltan y juegan como si no pasara nada y algunos perros sin apenas evidencia radiográfica de artritis que están muy cojos.
Una vez que la artrosis está presente en una radiografía, los cambios displásicos son irreversibles y suelen seguir progresando con el tiempo. Si un perro displásico tiene artritis secundaria y dolor, la mayoría de los propietarios optan por tratar primero a su perro con un tratamiento médico. La clave es el control del peso y el ejercicio. Los estudios han demostrado que hasta el 76% de los perros gravemente displásicos con artritis secundaria a la displasia de cadera son capaces de funcionar y llevar una vida cómoda y de calidad con un tratamiento conservador. Con el control del peso, el objetivo es evitar que el perro tenga sobrepeso para reducir las tensiones mecánicas aplicadas a las articulaciones de la cadera. En términos generales, las costillas deben ser fácilmente palpables y debe haber una hendidura delante de las alas pélvicas (cintura).

Otterhound

Este estudio utilizó datos de cribado de perros registrados en el Kennel Club del Reino Unido de seis razas nacidas entre 1990 y 2018 para establecer cualquier tendencia determinable en los parámetros, y para examinar si la implementación de dichos esquemas ha tenido una influencia beneficiosa en la salud general de la cadera y el codo. Se analizó una serie de criterios, como la tasa de participación en los esquemas de puntuación, los parámetros de puntuación (como la mediana, la media, la desviación estándar de las puntuaciones y los grados) y los VEB, tanto en la población general como entre los animales de cría.
Por último, se identificaron, por año de nacimiento, los sementales y las madres de los animales registrados nacidos, y se determinó la proporción de cada uno (sementales y madres) con una puntuación de cadera, y se calcularon la mediana y la media, la desviación estándar y el percentil 75 de esas puntuaciones de cadera. De nuevo, los datos comprendían a los sementales y a las madres de los perros nacidos entre 1990 y 2018.
Los análisis generales de las puntuaciones de codo incluyeron datos de perros individuales de las seis razas descritas nacidos cada año de 1998 a 2014 por las mismas razones expuestas anteriormente. Los parámetros calculados incluyeron la proporción de perros con grado, la proporción de grados de codo totales (grados de codo izquierdo + derecho) que eran cero, y la mediana, la media y la desviación estándar del grado de codo total. Se analizaron los datos del VEB de los individuos nacidos entre 1990 y 2018, y la proporción de toros y madres (de perros registrados nacidos entre 1990 y 2018) con grados de codo, y la proporción de grados totales de codo iguales a cero.

Golden retriever

Las caderas son articulaciones esféricas que normalmente encajan perfectamente para facilitar el movimiento. La displasia de cadera se produce cuando las articulaciones de la cadera no encajan correctamente y se vuelven inestables. La displasia de cadera provoca dolor, hinchazón, rigidez y, finalmente, artritis.
Los perros con displasia de cadera suelen empezar a mostrar síntomas durante su crecimiento (en torno a los 5-6 meses de edad). La enfermedad tiende a ser peor en los perros de razas medianas y grandes, en los que crecen rápidamente, en los que tienen sobrepeso y en los que hacen demasiado ejercicio cuando son jóvenes.
Algunos perros responden muy bien al tratamiento diario (control del peso, control del ejercicio y alivio del dolor), pero otros no lo hacen y requieren cirugía. Si su perro mejora con el tratamiento, es posible que tenga una vida larga y feliz.
La única forma de prevenir la displasia de cadera es dejar de criar perros con esta enfermedad. Existen programas de detección para comprobar que su perro tiene caderas sanas antes del apareamiento. Si elige una raza propensa a la displasia de cadera, pregunte al criador sobre las puntuaciones de cadera. Hable siempre con su veterinario antes de elegir un nuevo perro o de criarlo.