Federación de comunidades judías de españa

(1 de 4) el libelo de sangre entonces y ahora: el impacto duradero

Sharon es vicepresidenta de la Junta Directiva de la Federación. También ha servido a la Federación como Presidenta del Comité Central de Revisión del Presupuesto, que es responsable del proceso de asignación a nuestras agencias beneficiarias, y fue Presidenta de la Campaña de la División de Filantropía Femenina.
Actualmente, también forma parte de la junta del Consejo Nacional de Mujeres Judías de Minnesota. Profesionalmente, Sharon se dedica a la consultoría de gestión de programas y proyectos. Está casada con John Allen y tienen dos hijos de 20 años, Daniel y Michael. Viven en Mendota Heights.
En 2015, el gobierno español aprobó una ley conocida como Derecho de Retorno, que permite a los judíos sefardíes fuera de España solicitar la ciudadanía. La intención era «corregir un error histórico» y demostrar que, más de 500 años después del inicio de la Inquisición, los judíos volvían a ser bienvenidos en España. Me enteré de la ley cuando se aprobó, pero no le di mucha importancia.    Sin embargo, un viaje a España y Marruecos en 2016 para rastrear la vida de mi padre cambió eso.
Mi padre, José Benmamán, creció en Tetuán (Marruecos) y se trasladó a España a los 20 años, donde pasó los siguientes 17 años de su vida. Estudió farmacia en la Universidad de Madrid, pero para ser farmacéutico en España había que ser ciudadano. Durante esos años eso significaba estar bautizado, y como judío devoto esto no era una opción para mi padre. Tuvo amigos que incluso le ofrecieron hacer papeles diciendo que había sido bautizado, pero él no quería saber nada de eso. Así que mi padre nunca fue ciudadano español.

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El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España y la Federación de Comunidades Judías de España (FJCE) firmaron un acuerdo para la formación de profesores sobre el Holocausto, el patrimonio artístico y cultural de los judíos en España, la importancia de la tierra de Israel para el pueblo judío, el conflicto de Oriente Medio y la lucha contra el antisemitismo y otras formas de intolerancia.
Marcíal Marín Hellín, secretario de Estado de Educación de España, dijo que con el acuerdo «abrimos un nuevo cauce entre el Ministerio y la FJCE para colaborar en el compromiso de educar en los valores de la Constitución y de los europeos para la necesaria erradicación del antisemitismo. »
El presidente de la FJCE, Isaac Querub, afirmó que la educación es el principal instrumento para combatir el antisemitismo y proteger a las minorías. «Con este acuerdo, España toma una iniciativa única en Europa y se convierte en un país más ético y más libre», dijo Querub.

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c) Acreditación de la inclusión del solicitante y de sus ascendientes de primer grado en la lista de familias sefardíes protegidas por el Gobierno español, a la que se refiere el Decreto-Ley de 29 de diciembre de 1948 -relacionado con Egipto y Grecia-, o en la lista de los que obtuvieron la naturalización por el Real Decreto español de 20 de diciembre de 1924.
e) Acreditar la realización de actividades benéficas, culturales o económicas en favor de personas o instituciones españolas, o dentro del territorio español; certificados de haber organizado o participado en conferencias en el país de origen, o de residencia, del solicitante, sobre temas relacionados con la cultura española; certificados de haber cursado estudios en España; pruebas de negocios o compras de bienes y activos en España, entre otros.
Los solicitantes originarios de países o territorios donde el español es oficial estarán exentos de la prueba de lengua española, pero no de la prueba sobre aspectos constitucionales, sociales y culturales de la vida española.
¿Cómo puedo informarme sobre los exámenes de lengua española y la prueba de conocimientos sobre aspectos constitucionales, sociales y culturales de la vida española que debo superar para cumplir los requisitos establecidos en la Ley?

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En 1868, con la creación de una nueva monarquía constitucional que permitía la práctica de otras confesiones distintas a la católica, se permitió finalmente a los judíos volver a España. Desde 1868 hasta 1968, los judíos podían vivir en España como individuos, pero no podían practicar el judaísmo como comunidad. Un número relativamente pequeño de judíos se instaló en España durante el siglo XIX, y abrieron sinagogas en Barcelona y Madrid en las primeras décadas del siglo XX.    Bajo el régimen de Franco, las comunidades judías de Madrid y Barcelona mantuvieron un perfil bajo.    El «Decreto de la Alhambra» se derogó formalmente en 1968, cuatrocientos setenta y seis años después de que la reina Isabel y el rey Fernando ordenaran la expulsión de los judíos de España.
En 1992, el rey Juan Carlos -en un gesto simbólico- también derogó la orden de expulsión y en 2015, el Parlamento español votó para ofrecer la ciudadanía a los descendientes de judíos sefardíes. En agosto de 2017, la Real Academia Española (RAE) anunció planes para establecer un nuevo instituto en Israel destinado a preservar y promover el ladino, una lengua judía sefardí derivada del español antiguo que se habla hoy en día principalmente en Israel y Turquía.