Trabajo sin papeles en madrid

El gobierno español debate si eliminar la siesta y acortar el trabajo

La inmigración en España aumentó considerablemente a principios del siglo XXI. En 1998, los inmigrantes representaban el 1,6% de la población, y en 2009, esa cifra se disparó por encima del 12%, una de las más altas de Europa en ese momento[cita requerida] Hasta 2014, las cifras fueron disminuyendo debido a la crisis económica, pero desde entonces, la inmigración a España ha vuelto a aumentar desde 2015.
En 2020, había 7.231.195 personas nacidas en el extranjero en España, lo que suponía el 15,23% de la población española, incluyendo 5.015.263 (10,57%) nacidos en un país no europeo[3] De ellos, 5.434.153 (11,45%) no tenían la nacionalidad española[4][5] Esto convierte a España en uno de los destinos preferidos del mundo para inmigrar, siendo el cuarto país de Europa por número de inmigrantes. España atrae una importante inmigración procedente de América Latina y Europa del Este. Los grupos de inmigrantes que más crecieron en 2017 fueron los venezolanos, colombianos, italianos, ucranianos y argentinos[6].
La población de España se duplicó durante el siglo XX debido al espectacular boom demográfico de los años 60 y principios de los 70. Posteriormente, la tasa de natalidad se desplomó en la década de 1980 y la población española se estancó, mostrando su demografía una de las tasas de fecundidad por debajo del reemplazo más bajas del mundo[cita requerida].

Un héroe maliense escala un edificio de parís para salvar a un niño

En España, existe un cierto número de puestos de trabajo que se abren a personas extranjeras. Estos puestos se caracterizan por la imposibilidad de encontrar en el mercado español personas que correspondan al perfil buscado.
El contingente de trabajadores extranjeros no comunitarios durante el periodo 2002-2008, alcanzó un total de 98.604 puestos continuados. Las comunidades autónomas con mayor concentración de trabajo estable en 2008 fueron Cataluña y Madrid.
Para el conjunto de España, los sectores económicos que más aumentan su peso en el contingente entre 2002 y 2008 son, principalmente, la hostelería y el comercio; mientras que en la construcción y los servicios ocurre lo contrario. Tres cuartas partes de los afiliados extranjeros a la Seguridad Social trabajan, y lo hacen desde 2002, en la construcción, el servicio doméstico, la agricultura, la hostelería, el comercio y, en menor medida, la industria. Podemos ver en la composición de 2010 una importante crisis en el sector de la construcción.
En el gráfico podemos observar que la construcción ha experimentado un fuerte crecimiento hasta el año 2007, cuando el 21,1% de la población activa estaba empleada en este sector. Después, el número de trabajadores en la construcción tiende a disminuir. El sector industrial experimenta una situación similar a la de la construcción.

Cientos de personas muestran su apoyo a la comunidad armenia de boston

Según señaló la semana pasada el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, para garantizar la producción en España se necesitarán un total de entre 100.000 y 150.000 trabajadores temporales para la recogida de las cosechas, pero actualmente sólo se dispone del 60% de la mano de obra necesaria.
«Una posible solución sería la contratación de trabajadores del entorno local, personas que actualmente están en paro y que podrían colaborar en estas tareas», señalan fuentes del Ministerio de Agricultura.
Las regiones de Aragón, Cataluña, Murcia y Extremadura son las principales productoras de fruta de hueso (cerezas, nectarinas, melocotones, albaricoques o paraguayos). El año pasado, por ejemplo, se contrataron unas 30.000 personas para la campaña en Aragón, y cerca del 85% de ellas eran de origen extranjero.
Pero este problema, como el de los bajos precios, no afecta exclusivamente a España, sino al resto de los socios de la UE. Por ejemplo, en países como Italia, Francia y Alemania se necesitan entre 200.000 y 300.000 trabajadores. Por este motivo, el Gobierno alemán decidió recientemente autorizar la entrada en el país de un cupo limitado de trabajadores temporales de la UE, a pesar del cierre de las fronteras para evitar la propagación del coronavirus. En concreto, acordaron permitir la entrada de un cupo mensual de hasta 40.000 temporeros tanto este mes como el siguiente.

Abierto: 16 de abril de 2018

La inmigración masiva está cambiando profundamente el sistema social y económico español. De hecho, España ha pasado de ser un país de «emigrantes» hace dos generaciones a un país que está absorbiendo una enorme afluencia de personas del extranjero, básicamente por motivos económicos y laborales. Así, la presencia de población extranjera en el país es cada vez más destacada, lo que está generando un creciente debate público sobre la cuestión.
El número de extranjeros aumentó considerablemente desde mediados de los años noventa, y especialmente, en los últimos seis años: las cifras de población española (proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística, INE) muestran que en enero de 2006 había 3.884.573 extranjeros en España, lo que representaba un 8,75% de la población total. Así, la proporción de extranjeros sobre el conjunto de la población española ha crecido rápidamente (véase el cuadro 1). Si en 2002 la población extranjera representaba un 4,72% de la población española, este porcentaje ha aumentado al 7,02% en 2004 y al 8,46% en 2005 (y al 8,75% en enero de 2006).