Un real decreto es un reglamento

Real decreto 1863

Esto significa que hay dos condiciones fundamentales para utilizar la figura del Real Decreto-Ley; Que determinadas medidas deban ser puestas en marcha de forma urgente (y no puedan ser llevadas a cabo por la tramitación parlamentaria normal por ser muy lenta), y que el Decreto-Ley se cree por situación de extraordinaria necesidad.
«Los Decretos-Leyes deben ser sometidos inmediatamente a debate y votación por el conjunto del Congreso, que debe ser convocado a tal efecto si no está ya reunido, dentro de los treinta días siguientes a su promulgación. (…)»- Artículo 86.2. Constitución Española de 1978
El Real Decreto-Ley puede ocupar el «lugar» o regular materias que serían tratadas por la ley ordinaria, pero nunca de aquellas materias reservadas a la ley orgánica (derechos fundamentales, estatutos de autonomía, régimen electoral…).
Con estos límites la Constitución trata de evitar el uso abusivo del Decreto-Ley, pero como es el Gobierno quien decide cuando es un momento de urgente y extraordinaria necesidad, muchas veces el Decreto-Ley no respeta literalmente los requisitos iniciales.

Real decreto-leyespaña

Sin embargo, los denominados vehículos históricos, que reúnen determinados requisitos de antigüedad y singularidad, no pueden, precisamente por ello, someterse a la normativa común y requieren un régimen especial para salvaguardar su carácter representativo y simbólico de una determinada época de la producción automovilística y de la importante significación que tuvo en la cultura de nuestro tiempo.
Dado que la disposición final del texto de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por el Real Decreto Legislativo 339/1990, de 2 de marzo, faculta al Gobierno para a) dictar las disposiciones necesarias para el desarrollo de dicha Ley, se ha considerado oportuno regular la materia de los vehículos históricos con carácter general. Este objetivo general permite también un adecuado sistema de catalogación y circulación de estos vehículos, con el fin de preservar su conservación y, al mismo tiempo, su utilización por los interesados, rodeando a éstos de los requisitos de seguridad técnica y mecánica.

Un real decreto es un reglamento del momento

Los artículos 13 y siguientes del Reglamento (CEE) nº 1408/71 del Consejo, de 14 de junio de 1971, relativo a la aplicación de los regímenes de seguridad social a los trabajadores por cuenta ajena, a los trabajadores por cuenta propia y a los miembros de sus familias que se desplazan dentro de la Comunidad, en su versión modificada y actualizada por el Reglamento (CEE) nº 2001/83 del Consejo, de 2 de junio de 1983, obligan a
que se incluyan en el epígrafe de rendimientos del trabajo los ingresos obtenidos en el territorio de un Estado miembro distinto del Estado miembro cuya legislación social sea aplicable, aun cuando, tras el pago de dicha cotización, el trabajador por cuenta propia no pueda solicitar ninguna prestación de seguridad social o de otro tipo a cargo de dicho Estado.
Cada Estado miembro reconocerá el título de médico especialista expedido en España a los médicos que hayan completado su formación especializada antes del 1 de enero de 1995, aunque dicha formación no cumpla los requisitos mínimos de formación previstos en el artículo 25, siempre que dicho título vaya acompañado de un certificado expedido por las autoridades españolas competentes y que acredite que el interesado ha superado el examen de competencia profesional específica realizado en el marco de

Real decreto sinónimo

Esto significa que hay dos condiciones fundamentales para utilizar la figura del Real Decreto-Ley; Que determinadas medidas deban ser puestas en marcha de forma urgente (y no puedan ser llevadas a cabo por la tramitación parlamentaria normal por ser muy lenta), y que el Decreto-Ley se cree por situación de extraordinaria necesidad.
«Los Decretos-Leyes deben ser sometidos inmediatamente a debate y votación por el conjunto del Congreso, que debe ser convocado a tal efecto si no está ya reunido, dentro de los treinta días siguientes a su promulgación. (…)»- Artículo 86.2. Constitución Española de 1978
El Real Decreto-Ley puede ocupar el «lugar» o regular materias que serían tratadas por la ley ordinaria, pero nunca de aquellas materias reservadas a la ley orgánica (derechos fundamentales, estatutos de autonomía, régimen electoral…).
Con estos límites la Constitución trata de evitar el uso abusivo del Decreto-Ley, pero como es el Gobierno quien decide cuando es un momento de urgente y extraordinaria necesidad, muchas veces el Decreto-Ley no respeta literalmente los requisitos iniciales.