Comer bien en cordoba
Cosas que hacer en córdoba
Desde que me mudé a Córdoba desde Almería en mayo de 2016, una de mis cosas favoritas ha sido descubrir la increíble escena gastronómica de mi ciudad de adopción. Puede que ciudades más grandes como Sevilla y Madrid se lleven todo el mérito, pero Córdoba es fácilmente una gran ciudad gastronómica por derecho propio. Desde la cocina tradicional española hasta la moderna internacional, aquí se puede encontrar de todo. Estos son sólo algunos de mis lugares favoritos para comer en Córdoba. Tanto si estás aquí sólo por un día como si piensas quedarte para toda la vida (*alza la mano*), espero que encuentres un lugar que te guste.
Dios bendiga a los españoles: ellos me introdujeron en el maravilloso concepto del segundo desayuno. Mucha gente come algo pequeño a primera hora de la mañana, y luego sale a tomar un café y una tostada con sus compañeros de trabajo sobre las 10 o las 11.
Luego, unas horas después de la comida, es el momento de otra pausa para el café, esta vez normalmente con algo dulce. La merienda suele tener lugar sobre las seis de la tarde, cuando los cafés de todo el país se llenan de gente devorando pasteles y churros. Y aunque Córdoba ha inaugurado recientemente su primer Starbucks, intente resistir la tentación de la familiaridad y apoye uno de estos estupendos locales.
Almuerzo en córdoba
O bien odias comer caracoles o te encantan. Si está a favor de los caracoles, entonces Córdoba es obviamente el lugar adecuado para usted, ya que los caracoles son un alimento muy, muy popular en la ciudad.Así, cada año entre febrero y junio hay temporada de caracoles aquí. Este manjar está disponible en muchos lugares de la ciudad donde se instalan puestos que ofrecen estos moluscos en todas sus variantes. Desde el mediodía hasta bien entrada la noche se puede ver a la gente disfrutando de este alimento que se sitúa entre una de las tapas más características aquí en Córdoba.Entre las especialidades de caracoles que se pueden degustar las más populares son los caracoles pequeños en caldo, así como los caracoles grandes de viña y otros de tierra servidos en salsa picante. La carne de caracol, que es rica en minerales y baja en grasa y colesterol. Es popular desde la época romana; los romanos se dedicaban a la cría de caracoles y eran grandes consumidores de carne de caracol.
Más tarde, durante la Edad Media, el consumo de caracoles alcanzó su punto álgido. Una de las principales razones de este fenómeno fue que se permitía comer esta carne durante el tiempo de cuaresma. Fue a principios del siglo XVIII cuando los caracoles acabaron desapareciendo de la dieta local hasta que Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord, político y gastrónomo francés, volvió a popularizarlos.Así, hoy en día, el consumo de caracoles en Córdoba y provincia es una costumbre muy popular. Desde mediados del siglo XX ha ido evolucionando hasta convertirse en una parte esencial de la gastronomía regional.Para la temporada de caracoles de 2020, el ayuntamiento autorizó unas tres docenas de puestos y carpas que ofrecerán unas 200 toneladas métricas de caracoles a lo largo de la temporada, lo que se corresponde con unas tres toneladas diarias.Así que prueba a comer como un cordobés y disfruta.
Córdoba cerca de mí
Por su situación geográfica, en Córdoba se mezclan los productos de la sierra con los de la llanura; la cocina de Sierra Morena y la de los valles del Guadalquivir y del Genil.
La variedad gastronómica de Córdoba es realmente grande. Por un lado, desde la conquista romana, Córdoba tiene una cocina mediterránea que supone el uso del aceite de oliva y las hierbas. Otra influencia en la gastronomía cordobesa es la árabe, que, como en otras partes de Andalucía, cocina verduras guisadas que son una comida por sí mismas, no sólo un acompañamiento de otra cosa. La influencia árabe también trajo los sabores agridulces, el uso de almendras, nueces y pasas con los guisos de carne y verduras. Los judíos dejaron algunos platos propios, como la cazuela de habas secas con berenjenas, el gazpacho blanco de harina de habas, etc. La conquista cristiana añadió sus diferentes formas de utilizar y cocinar la carne.
Esta mezcla de influencias culturales gastronómicas, se nota mucho en los postres. Por un lado están los mantecados, las perrunas, etc., que son herencia cristiana y castellana. Por otro lado están los «Alfajores» (postre hecho con almendras, nueces y miel) y los postres hechos con almendras y azúcar, que provienen de la influencia árabe.
Córdoba, españa
Por la conquista y la civilización romana, la cocina cordobesa es una cocina mediterránea, es decir, de aceite y olores. La influencia árabe en Córdoba, como en otras partes de Andalucía, hace que la menestra de verduras sea un plato en sí mismo, más que un acompañamiento de otros manjares. La preferencia por las mezclas agridulces, el uso de almendras, piñones y pasas en los guisos de carne y verduras también procede de la cocina árabe. Los judíos dejaron algunos platos específicos, como el guiso de alubias secas con berenjenas, el gazpacho de harina de alubias blancas y, sobre todo, algunos hábitos culinarios característicos.
Esta mezcla de culturas gastronómicas se descubre mejor en la repostería. Por un lado está todo el grupo de mantecados, perrunas, etc, que son de origen cristiano y castellano. Por otro lado, todos los alfajores, dulces de almendra y azúcar de origen árabe.
En Córdoba, la tradición nos obliga a visitar las tabernas, lugares donde en un principio se bebía vino y que siempre tenían un patio interior con un pozo que, además de decorar, servía para refrescar la bebida.