Los perros, aunque sean animales, tienen algo muy en común con las personas, su educación determina su comportamiento al cabo del tiempo. Hay quienes no lo ven de primeras, pero con el paso de los años se dan cuenta de que la educación de su perro habría sido vital para garantizar un buen comportamiento, una casa con menos cosas rotas y, en resumen, menos problemas con la mascota.
Educar a un perro no es complicado, pero sí es algo que exige tiempo y dedicación. Para hacerte las cosas un poco más fáciles a la hora de enseñar a tu querido amigo animal, hemos recopilado varios trucos y consejos que sirven para educar a tu perro fácilmente. Si tomas nota y los aplicas verás cómo, con los años, tiene un comportamiento de 10.
Trucos y consejos para enseñar a tu perro
Si quieres poder adiestrar y educar a tu perro fácilmente, una de las mejores recomendaciones que podemos hacerte es que asistas a un curso de adiestramiento canino. Ahí aprenderás, de mano de profesionales, las pautas más adecuadas para enseñar al can y para hacer que vuestras vivencias juntos sean mejore y más fáciles, como también para que puedas enseñarle a hacer esas piruetas y gracias que a todo el mundo le encantan.
Por el contrario, si prefieres hacer las cosas a tu manera, sí que hay ciertas pautas que no pueden faltar a la hora de educar a tu mascota. Hemos recopilado las más importantes, las claves esenciales que nunca fallan. Sigue leyendo y descubrirás cómo enseñar a tu perro de la mejor manera posible:
Empieza desde pequeño
Los perros, de forma similar a las personas, son animales de hábitos. Si los vas entrenando desde que son pequeños, es mucho más fácil que, una vez lleguen a la etapa adulta, se comporten de la mejor forma posible. Vas creando en ellos las costumbres, enseñándoles qué tienen que hacer y qué no y así, con el paso del tiempo, van desarrollando el comportamiento deseado.
En cierto modo, es algo similar a lo que sucede con las personas. ¿Nunca habías oído aquello de que perro viejo nunca aprende trucos nuevos? Pues no hay mejor explicación que esta.
Corrige siempre los comportamientos inapropiados
En caso de que el cachorro haga algo que no deba hacer, debes corregirlo y avisarle de inmediato. Lo mejor en estos casos es decir un «no» bien sonoro y rotundo, que llame su atención. También puedes probar a decir cosas como «alto», «quieto» o «para«. Lo importante es que sea sonoro, fuerte, firme y, a ser posible, con un tono grave.
El perro te mirará en ese momento, así que aprovecha para enseñarle lo que sí debe hacer, o para distraerlo con otra cosa. Evita premiarlo en estas circunstancias, pero tampoco es necesario que lo reprendas. Simplemente debes cambiar su intención. Así dejará de hacerlo.
Premia el buen comportamiento
Si un perro hace algo bien y recibe un premio, automáticamente vinculará la ejecución de buenas acciones, o incluso trucos, con esos premios. Intenta también elogiarlo cuando haga las cosas de forma adecuada, usando una voz alegre, aguda y optimista y acariciándolo, o incluso dándole algún juguete.
Por extraño que pueda parecer a muchas personas, los perros son animales muy inteligentes, y tardarán poco en conectar dicho comportamiento con una recepción positiva. Intuirán qué está bien y qué no, y eso hará que su comportamiento sea mucho mejor con el paso de los años. Eso sí, con el tiempo deberás ir cambiando los obsequios por los elogios verbales y las caricias.
Termina cada sesión con algo que sepa hacer
El refuerzo positivo es muy constructivo. Por eso, al finalizar cada sesión de entrenamiento, debes procurar hacerlo con algo que el perro sepa llevar a cabo. Un truco, algún movimiento, cualquier comando que el animal ahora domine. Cuando lo haga, dale una recompensa y elógialo como de costumbre. De esta forma, empezará a vincular estas sesiones a algo positivo.
Además es algo que termina de afianzar la buena conducta en el animal. Hacerlo repetidamente y con el paso de los años va perfilando sus modales, sus trucos y hasta los movimientos que lleve a cabo a tus órdenes, y esta guinda positiva no es más que el remate.
Sé constante
No debéis dejar las sesiones de entrenamiento y adiestramiento. Hay que mantener la periodicidad y ser constante, además de perseverante. Puede que a veces se hagan cuesta arriba y puede que en otras ocasiones vayan como la seda. Y es normal, porque al final las personas y los perros son seres vivos y no hacen todas las cosas todas las veces de la misma manera.
Perder la constancia puede implicar retroceder en la educación de tu mascota. Hazlo por ella, pero también hazlo por ti. Todos saldréis ganando aunque al principio pueda parecer muy sacrificado.