Estomagos de la vaca

Estomagos de la vaca online

En Graham’s sabemos que mucha gente siente curiosidad por nuestras Golden Girls y quiere saber más sobre ellas. También sabemos que no todo el mundo tiene la suerte de haberse criado en una granja o en torno a una lechería, así que queremos compartir algunos de los conocimientos que damos por sentado. Una pregunta que surge a menudo sobre nuestros amigos bovinos es «¿cuántos estómagos tiene una vaca?
Damos por sentado algunos conocimientos sobre las vacas pero, para ser sinceros, ni siquiera nosotros tenemos la costumbre de referirnos a nuestros amigos lecheros de cuatro patas como «ungulados». Sin embargo, este es el término correcto para el grupo de mamíferos al que pertenecen las vacas. Es una palabra que significa aproximadamente «animal con pezuñas».
Además de ser ungulados, los bovinos también se clasifican como rumiantes. Aquí es donde su sistema digestivo adquiere importancia. Los rumiantes son mamíferos que han evolucionado para poder vivir de plantas más difíciles de digerir, como la hierba.
En realidad, las vacas sólo tienen un estómago… pero con cuatro compartimentos diferentes, por lo que oirás decir que tienen cuatro estómagos. Cada compartimento se utiliza para una etapa diferente de su proceso digestivo. Cuando ves a las vacas pastando hierba, la tragan directamente sin masticarla. En esta fase, la hierba pasa al primer compartimento del estómago, el rumen. A partir de ahí, se regurgita, se mastica y se vuelve a tragar varias veces, mientras que los microbios del rumen también ayudan a descomponer el alimento.

Sistema digestivo de la vaca pdf

Las bacterias podrían ser útiles porque la dieta de las vacas ya contiene poliésteres vegetales naturales. Los investigadores dedujeron que si estos microbios pueden descomponer materiales similares, ¿por qué no el plástico también? «En el retículo del rumen vive una enorme comunidad microbiana que se encarga de la digestión de los alimentos en los animales», explicó además el Dr. Ribitsch en un artículo de ‘United Press International’. «Así que sospechamos que algunas actividades biológicas podrían servir también para la hidrólisis del poliéster», una reacción química que provoca su descomposición.
Además del PET, los investigadores examinaron un material biodegradable conocido como tereftalato de adipato de polibutileno que se utiliza para fabricar bolsas de plástico y un material de base biológica llamado furanoato de polietileno. Ambos se fabrican a partir de recursos renovables. Utilizaron muestras de fluido del rumen recogidas en un matadero austriaco para analizar los microbios. A continuación, incubaron el líquido con estos tres tipos de plástico, tanto en forma de polvo como de película, para ver cómo se disolvía el plástico. El equipo de investigación llegó a la conclusión de que los tres plásticos pueden ser descompuestos por los microbios del estómago. Los polvos de plástico se descomponen más rápidamente que las películas de plástico.

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Las bacterias que se encuentran en los estómagos de las vacas pueden utilizarse para digerir los poliésteres utilizados en los textiles, los envases y las bolsas compostables, según un nuevo estudio de la editorial de acceso abierto Frontiers. El plástico es muy difícil de descomponer, pero las comunidades microbianas que viven en el interior del sistema digestivo de los animales son una fuente prometedora, aunque poco investigada, de nuevas enzimas que podrían servir para ello. Los nuevos hallazgos presentan una opción sostenible para reducir los residuos de plástico y la basura, cooptando la gran diversidad metabólica de los microbios.
El plástico es muy difícil de descomponer, pero unos investigadores austriacos han descubierto que las bacterias del rumen de las vacas -uno de los cuatro compartimentos de su estómago- pueden digerir ciertos tipos de este material omnipresente, lo que representa una forma sostenible de reducir la basura de plástico.  El descubrimiento se publica hoy en la revista de acceso abierto Frontiers in Bioengineering and Biotechnology.
Los científicos sospechaban que estas bacterias podrían ser útiles, ya que la dieta de las vacas ya contiene poliésteres vegetales naturales. «En el retículo del rumen vive una enorme comunidad microbiana que se encarga de la digestión de los alimentos en los animales», explica la doctora Doris Ribitsch, de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena, «por lo que sospechamos que algunas actividades biológicas podrían servir también para la hidrólisis de los poliésteres», un tipo de reacción química que provoca su descomposición. En otras palabras, estos microorganismos ya pueden descomponer materiales similares, por lo que los autores del estudio pensaron que podrían ser capaces de descomponer también los plásticos.

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Los callos de vacuno se elaboran a partir de la pared muscular (se elimina el revestimiento interior de la mucosa) de las cámaras estomacales de la vaca: el rumen (callos de manta/planos/lisos), el retículo (callos de panal y de bolsillo) y el omaso (callos de libro/de biblia/de hoja). Los callos del abomaso (caña) se ven con menos frecuencia, debido a su contenido de tejido glandular.
Callos del rumen, cámara de estómago 1. Callos de panal de abeja. Callos de abomaso, cámara estomacal 4. Callos de caña Callos de caña.
Los callos se refieren al estómago de la vaca (vacuno), pero incluyen el estómago de cualquier rumiante, incluidos el ganado vacuno, las ovejas, los ciervos, los antílopes, los bueyes, las jirafas y sus parientes. Tripas, la palabra española relacionada, también se refiere a los platos culinarios producidos a partir de cualquier animal con estómago. En algunos casos, se han aplicado otros nombres a los «callos» de otros animales. Por ejemplo, los callos de cerdo pueden denominarse tripa, bolsa de cerdo o buche de cerdo.
Los callos lavados se conocen más bien como callos aliñados. Para preparar los callos, se limpian los estómagos y se les quita la grasa[3]. A continuación, se hierven y se blanquean, lo que les confiere el color blanco más comúnmente asociado a los callos que se ven en los puestos del mercado y en las carnicerías. La tarea de aderezar los callos suele ser realizada por un aderezador profesional.