Porque se llama gatos a los madrileños

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Madrid lo tiene todo al revés, o eso parece. Entre el mediodía y las cuatro de la tarde, los ciudadanos de esta extensa ciudad se van a casa para almorzar y dormir una larga siesta. La mayoría de los comercios cierran y la ciudad se calma un poco. Son los hábitos que se esperan de las ciudades más pequeñas, de las provincias adormecidas que no han sido tocadas por la modernización.
La ciudad fue fundada en realidad por los moros, que atravesaron el Mediterráneo desde el norte de África para conquistar la Península Ibérica. Durante la Reconquista cristiana, Madrid cayó en manos de un rey castellano, pero no sería nombrada capital de España hasta 1561. Madrid sufrió todos los avatares de un imperio, incluida la ocupación de la ciudad por los franceses a principios del siglo XIX. En la década de 1930, Madrid se encontraba bajo un intenso fuego de artillería, ya que sus ciudadanos trataban de defender la República tras deshacerse de la monarquía. Madrid acabó cayendo en manos de las fuerzas pro-monárquicas (1939). A partir de aquí, uno de los dictadores más conocidos del siglo XX, Francisco Franco, gobernaría la nación con mano dura durante más de tres décadas.

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En esta villa se construiría una fortaleza fortificada, que tendría el dominio de la sierra de Guadarrama y el valle del Manzanares. La muralla que protegía la villa fue construida con la piedra extraída de las canteras de la Sierra de Madrid.
Situada en un lugar estratégico, la villa de Mayrit, fue objeto de numerosos intentos de conquista. Así, uno de los primeros sería Fernán González, seguido de Ramiro II de León, que a pesar de dañar su infranqueable muralla, no consiguió el objetivo propuesto.
Pero de nada serviría un blindaje tan completo, que se rendiría ante la habilidad y el valor de un valiente soldado. Y en mayo de 1085, las tropas de Alfonso VI, se embarcarán en un ambicioso proyecto. La intención del rey era liberar a Toledo del dominio musulmán; pero como gran guerrero que era, el monarca consideró que a 60 km de Toledo, Mayrit era una fortaleza de gran relevancia estratégica y táctica, y que primero habría que tomarla.
Para ello dirigió sus tropas a la fortificación y las preparó para la batalla. Así, al amanecer, las tropas del rey llegaron silenciosamente a la Puerta de la Vega, para coger al enemigo por sorpresa. Allí se dio cuenta de que era una tarea difícil, ya que la muralla que protegía la ciudad tenía 12 metros de altura. Pero para sorpresa de los presentes, un valiente y joven soldado del rey, se dirigió a la muralla y comenzó a escalar con una habilidad asombrosa, con la sola ayuda de un puñal. Tal fue la habilidad del joven que el rey exclamó: «Parece un gato».

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En toda España es fácil encontrar regiones cuyos ciudadanos son conocidos con el nombre de un animal. Por ejemplo, los ciudadanos de Málaga son conocidos como boquerones, en Huelva como choqueros y en Madrid como gatos. En los dos primeros ejemplos esto se debe a que estos animales son realmente comunes en sus regiones, pero, ¿por qué los madrileños se llaman gatos?
Para explicarlo tenemos que viajar en el tiempo hasta el siglo XI, a la época de la Reconquista. Dos siglos antes de esta fecha los musulmanes habían fundado Madrid con el nombre de Magerit para crear una fortaleza que frenara el avance cristiano hacia la ciudad de Toledo.
La importante defensa natural de la ciudad (Madrid está emplazada en una colina), las murallas que rodean la ciudad y la fuerte resistencia de los musulmanes hicieron que la conquista fuera realmente difícil. Las flechas de los arqueros cristianos sólo golpeaban contra la muralla produciendo chispas pero nada más. Si los ejércitos cristianos querían tomar la fortaleza debían entrar en ella.
Siguiendo esta estrategia el rey de Castilla Alfonso VI decidió adentrarse en la fortaleza atacando una de las puertas de entrada a la ciudad. Cuando estuvieron frente a una de ellas ordenó a uno de sus soldados que se subiera a la muralla para sacar el estandarte musulmán y poner el cristiano como señal para iniciar la conquista de la fortaleza. En pocos segundos y con una habilidad sorprendente el joven soldado trepó por la muralla, sacó la bandera musulmana y subió la cristiana. Alfonso VI quedó tan impresionado por su soldado que dijo: «¿Has visto cómo ha trepado? Parecía un gato».

Terry – asociación la madrileña

Asociado a Curiosity Facts de Madrid: El Callejón del Gato18 febrero, 2020: La mayoría de nosotros oímos hablar por primera vez del Callejón del Gato en la obra de Valle-Inclán, «Luces de Bohemia», en la que el protagonista Max Estrella y su amigo Don Latino de Hispalis, en estado de embriaguez, recorren las calles nocturnas de Madrid desembocando en el Callejón del Gato, que era famoso entre los madrileños por los espejos curvos que allí se exponían y que deformaban la figura de la persona reflejada en él. Esta es la escena más famosa de la obra, en la que Ramón María del Valle-Inclán describió la figura del Esperpento, reflejo de la España de la época y por la que hoy se le recuerda.Pero ¿sabías que los madrileños relacionan el nombre de esta calle con el apodo que se les da a los propios habitantes de la ciudad, los llamados gatos? Índice¿Por qué se llama Gato a los madrileños?